El doctor Pablo Cassiani regresó hace poco de los Estados Unidos, donde realizó una importante capacitación, en la que reafirmó algunos conceptos que tenía y otros los aprendió. Estuvo en Washington, en la Organización Panamericana de la Salud, y por estas horas el profesional –que fuera subdirector de Salud de la comuna– sigue adelante con su trabajo como asesor del Ministerio de Salud de la Nación y coordinador de equipos de médicos en el Hospital Blas Dubarry.

“Que el destino haya sido EEUU no fue por ir a conocer el sistema de salud norteamericano, sino que la capacitación se dio en la sede de la Organización Panamericana de la Salud que tiene su sede en Washington”, aclara en principio Cassiani. “No obstante pude aprender sobre el sistema de salud de ese país, que uno a veces tiende a ponerlo en la punta del iceberg, pero es todo lo contrario. Los norteamericanos envidian a Latinoamérica porque esta obtiene los mismos resultados colectivos en salud pública con un tercio del presupuesto. Ellos gastan el triple y obtienen los mismos resultados que nosotros. Si uno va a hacerse una resonancia, quiere ver a un especialista en cardiología, hacerse un tratamiento, va a tener el mejor tratamiento del mundo siempre y cuando lo pueda pagar, porque ellos dejan a 50 millones de personas fuera del sistema, sin seguro de salud, y los que lo tienen pagan hasta un 50 por ciento de gasto directo del bolsillo. Gastan 17 mil dólares por año por persona en salud, cuando el gasto de Latinoamérica no llega en promedio a 2 mil dólares por persona, y no tienen campañas de prevención masiva”, agrega Cassiani. “Norteamérica plantea que la salud no es un derecho, sino un bien de consumo, entonces deben garantizar que la persona tenga los ingresos suficientes para poder consumir ese bien”, completa.

Vale aclarar que la Organización Panamericana de la Salud no es un órgano rector de salud, sino que recoge todas las experiencias de los países de América en materia de salud pública y resalta las que son menos costosas y más rendidoras. Así, un ejemplo de la Guayana Francesa, uno de Canadá, uno de Chile, uno de Argentina, son estudiados y puestos a disposición del resto de América como herramienta para intentar implementarlas en cada lugar. “Argentina es un país muy diverso. En materia de salud estamos por encima de la media de América pero el que vive aquí tiene la sensación de estar poco satisfecho. Uno se pregunta cómo frente a semejante gasto del 10 por ciento del PBI en salud sucede esto, pero es que el sistema de salud de Argentina está muy fragmentado y segmentado. Hay un sector público que alcanza a toda la población pero no toda la población llega al hospital, ya que eso en el interior del país no es tan fácil. Igualmente hay una cobertura altísima y se tiende a no dejar nadie afuera. Y tenemos un sector privado donde coexisten obras sociales y medicina prepaga y gastos de bolsillo, por lo que eso muchas veces se solapa. Hay personas que van al hospital con obra social y que también a veces pagan por otro lado una prepaga y quizás van al médico que no les cubre. El gran desafío de Argentina es reorganizar su sistema de salud en base a unificar determinados recursos de financiamiento, porque el gran problema es el financiamiento”, define el profesional mercedino.

El doctor Cassiani, a pesar de su juventud, tiene una experiencia directa en Mercedes, donde en su carrera estuvo cumpliendo distintas funciones en la dirección de Salud municipal: comenzó desde muy abajo en la microgestión y tuvo la posibilidad de empezar en el balneario municipal en la pileta del parque haciendo revisaciones medicas: “Yo iba y no me contentaba sino que quería intentar hacer alguna acción de salud pública, entonces juntábamos a los chicos y hacíamos una charla de educación sexual, por ejemplo”, recuerda. Luego, cuando terminó la temporada, el tema del dengue que causó mucho revuelo y conmoción en la ciudad le hizo ganar el apodo de “doctor dengue”, ya que iba a las escuelas y daba charlas y capacitación sobre el dengue. Luego vendría la pandemia de la Gripe A H1/N1 y siguió dando charlas y capacitaciones en escuelas. “Ya a fines de 2009 me di cuenta de que no había números, no había estadísticas ni epidemiología en la Dirección de Salud. Entonces me ofrecí a trabajar en ello y lo aceptaron”, destaca. Así fue responsable de Epidemiología y con los primeros datos se tuvo el primer nodo epidemiológico que asignó el Ministerio de Salud de la provincia.

En Salud pasó prácticamente por casi todas las áreas, tanto administrativas y de gestión como asistenciales. Luego también trabajo en los CAPS y en 2014 fue convocado para ser subdirector de Salud de la comuna. Y durante este año 2015 tuvo la posibilidad de ser asesor ministerial: “He podido evaluar los programas que tiene el Ministerio de Salud de Nación y de Provincia, que por sí solos no hacen nada si no bajan al municipio. Todos viven en los municipios y estos órganos ponen a disposición  montones de herramientas muy bien pensadas pero si no se implementan quedan en la nada o se implementan mal”, sostiene.

Y en este contexto, de acuerdo a su experiencia y conocimientos, el doctor Cassiani define a la ciudad y sus necesidades en el presente y futuro: “En Mercedes a nivel salud no necesitamos grandes recursos financieros, sino que lo que necesitamos es una rectoría firme que diga cuáles son las pautas de trabajo, cuales los lineamientos. Hace falta poner como eje central el trabajo en equipo, y que ese equipo sea multidisciplinario. Durante años la salud ha estado bajo el concepto de la hegemonía médica. Yo siempre planteé que se necesita trabajar codo a codo, en la misma jerarquía, desde el administrativo hasta el médico y el enfermero. La salud se construye continuamente trabajando en equipo. La salud es demasiado valiosa para ponerla solo en manos de un medico, como decía Gines Gonzáles García, haciendo referencia que es necesario realzar las figuras del enfermero, del administrativo, del psicólogo, del asistente social… Hay una estrategia mundial para fomentar la salud pública que es la de la atención primaria de la salud”, indica.

Cassiani siguió de cerca los debates y discusiones que se produjeron en la previa de las últimas elecciones comunales. “El área de salud tiene una fuerte participación técnica y una fuerte decisión política. Yo creo que es difícil encontrar divergencias grandes en materia de salud entre los candidatos, todos hablan de jerarquizar el área de salud, pero lo que pienso es que desde el equipo de Juani Ustarroz hay una firme decisión política, convicción, de poner a la salud en escena. El ciudadano siempre se preocupa por la salud, pero si se hace una encuesta se ve que primero se preocupa por la economía, la seguridad, la educación, el trabajo, y luego la salud, cuando es el bien mas preciado. Y Juani en esto ha planteado lo que es una visión de toda América, la Salud no se mejora solo con salud, sino con obras de infraestructura, por ejemplo en obras de cloacas, en programas de deporte para incentivar hábitos saludables, en la educación como herramienta y acompañante fundamental para hacer grandes cosas. Esa visión estratégica que se plantea para el gobierno que va a asumir en Mercedes es la adecuada”, completa el profesional, que este año además participó en el armado del servicio de pediatría del Hospital Dubarry, que tenía 4 pediatras en marzo y ahora tiene más de 15 pediatras y otro tanto de médicos generalistas que trabajan en pediatría, lo que se logró gestionando los recursos existentes en el Ministerio de Salud de provincia. “Falta mucho, pero se mejoró notablemente y nos falta ahora la guardia pediátrica”, concluye Cassiani y deja en claro que en el futuro habrá además en este plan de trabajar en equipo la apertura de una residencia de pediatría en el 2016.

 

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