Una más que preocupante situación vive por estos tiempos la industria lechera, sobre todo desde el punto de vista de los tambos y la producción rural ya que la actividad se ha vuelto no rentable e incluso se va a pérdida, por lo que ya han comenzado los cierres de emprendimientos tamberos en Mercedes y la zona. El tema llegó a la reunión de este jueves de la Comisión de Desarrollo y Economías Regionales del Congreso, donde invitados por el diputado nacional de origen mercedino Carlos Selva estuvieron dialogando con legisladores de todos los bloques junto a otros productores, José Tellechea y Julio Aimar.

Justamente Tellechea, quien es el presidente de la Cooperativa Eléctrica de Franklin, y ex presidente de la cuenca de Abasto Norte de Buenos Aires, que agrupa a 27 partidos, es un productor con una experiencia de hace más de un siglo de tradición familiar con el tambo, concedió un reportaje a NOTICIASMERCEDINAS.COM, tras la reunión de comisión de la que fue parte, en la que describió un grave panorama que no llega a las noticias pero que tiene a maltraer a un importante sector de productores de la lechería de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Tucumán y otras ciudades dispersas por el país. En tanto, este devenir negativo de la actividad también está trayendo problemas en usinas lácteas de la zona como “La Suipachense”, de la que dependen unas 200 familias.

“La situación es complicada”, describió en principio el presidente de la Cooperativa Eléctrica de Franklin, quien este jueves estuvo en el Congreso junto a Julio Aimar, que está en la mesa de lechería, y que fue otro de los que se cargó la reunión al hombro y precisó muchos datos de interés para los legisladores.

La problemática está en los valores y la relación en la cadena que llega al consumidor final. Mientras se pagan 2.80 pesos el litro al productor esto es insignificante y no llega a cubrir los costos, cuando históricamente la relación era un 33 por ciento para el productor, un 33 para las industrias y un 33 para el comercio, a grosso modo. Hoy en día el supermercadista llega a llevarse el 50 por ciento del precio final y el tambero apenas arriba al 15. Por esta crisis ya se cerraron dos tambos en Mercedes y otro está en pleno quebranto, y en varias ciudades la situación es tremendamente peor.

Dicho de manera simple, con los valores de la leche al tambero que cobra a porcentaje no le rinde y se va a otro sector a trabajar, no siempre con éxito. Incluso hay tamberos de Entre Ríos y otras provincias complicados por las inundaciones. Y se prevé que la crisis se va a profundizar. Es que si se miran algunos datos se entiende que es muy difícil avanzar cuando la base de la alimentación es el maíz, que cuesta 3.000 pesos la tonelada, y con la liberación del cepo, se revalorizó todo en lo que hace a insumos importados… En tanto, el precio de la leche sigue pinchado: el de 2016 es el mismo precio de 2014.

La reunión en el Congreso
En este marco, José Tellechea comentó algunos aspectos de lo charlado en la Comisión de Desarrollo y Economías Regionales del Congreso, sobre la problemática de los tambos: “Fue una reunión donde se está tratando de fomentar las economías regionales que fueron las más castigadas en los últimos tiempos”, explicó en principio. “Desde el Congreso se trata de ver cómo se puede hacer en cada zona, para volver a recuperarlas. Entre las problemáticas están los tambos y en esta zona dan mucho trabajo y producción pero andan muy mal. En esto tenemos al diputado Carlos Selva que nos está participando de esta comisión y tratamos de asesorar en lo que es tambos”, amplió Tellechea.

Y luego planteó sin más el difícil panorama actual, en el que en su mayoría los productores están pensando en deshacerse de los tambos: “Hasta el mes de julio están ocupadas todas las plazas en martilleros para ventas en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires. Gente como Bullrich o Saenz Valiente, que se especializan en vender hacienda Holando, es tanto lo que tienen de ofrecimiento que hasta fin de julio tienen todos los días ocupados. Están rematando, deshaciéndose del ganado, porque da tanta pérdida”, informó.

En tanto, dijo que desde el Legislativo nacional se está “buscando la forma de encontrar estímulos”: “Es amplio lo que tiene de desventaja esta actividad. La parte productora, la usina y la comercialización y el gobierno se dividen el valor de la leche. El productor cobra 2,90 centavos el litro y en el comercio se cobra 4 ó 5 pesos por litro de ganancia solo por tenerla un día en exhibición. Mientras que para producirla se pone el campo, las vacas, el desarrollo a largo plazo, se ordeña dos veces por día y hay que llevar la leche a 20 ó 30 kilómetros. Se gasta en el maíz, y toda la producción entera está trabajando a quebranto. El que lo vende se queda con 4 ó 5 pesos por venderla, los impuestos se los lleva el Estado, y hablo de IVA, ingresos brutos y demás que son otros 4 pesos. La producción es imposible con los costos: sale 4,20 pesos producir y se ganan 2,90 por litro. Y en este sentido hay problemas con las inundaciones y los accesos a los campos, lo que hace variar los costos siempre hacia arriba”, precisó Tellechea a este medio.

En este contexto en Mercedes están cerrando varios tambos, pero no hay a quién venderles las vacas. “Hay que cargarlas y mandarlas a Liniers, por lo que se trata de sostenerlos, y es muy difícil seguir así”, según Tellechea, quien sabe que también en usinas como La Suipachense hay serios problemas. “La participación del Estado es muy grande, los costos son muy grandes. Serenísima ha tenido que vender una parte de su empresa, y si estuviera bien compraría otras. Tenía vendida una parte a Danone y ahora vendió un 25 por ciento a Arcor”, agregó.

En cuanto a soluciones, opinó que a corto plazo un paliativo sería alguna bonificación de parte del Estado. “La baja de los precios internacionales de la leche en polvo con la caída de los commodities también perjudica. Teníamos una participación del 33 por ciento del precio en góndola, pero ahora está en el 18 por ciento. Nosotros no formamos precios, entregamos la leche y luego nos pagan. Y entonces queremos tener una mayor participación. Debería ser de alrededor del 35 al 37 por ciento en la producción, el 33 por ciento en la usina, y el resto la comercialización. La idea es que esto lo pueda regular el Estado, sino hay una parte dominante que pone el precio. Hoy hay 5 grandes empresas de supermercados y 8 ó 9 usinas lácteas grandes, que manejan un 70 por ciento de todo”, según Tellechea, quien sostiene que la perspectiva a futuro de seguir así es que no habrá leche por escasés y se va a terminar recuperando el precio cuando no la haya.

“Este es un país donde siempre se produjo leche, que va a tener que importar. Además lo que nos pasa y es grave es que los empleados tamberos están cobrando muy bajos sueldos, y trabajando 365 días al año 2 veces por día, una a la madrugada y otra a la tarde, en turnos sin vacaciones por muy poca plata. La mano de obra es muy sacrificada y no va a existir más en estas condiciones. Hoy se cobra una cuarta parte del sueldo normal cuando antes era el doble o el triple de un empleado de una fábrica. Hay sueldos de 7 ú 8 mil pesos para un empleado en el campo, y un obrero de la usina láctea cobra de 29 mil pesos hacia arriba”, completó Tellechea, quien con datos como los que expuso en esta nota asesoró e informó a los diputados, que ahora van a trabajar en las comisiones.

Este jueves en la Comisión de Desarrollo y Economías Regionales del Congreso hubo diputados de todos los bloques, fue una reunión expositiva, pedida por los mismos diputados que están buscando la forma de rescatar esta actividad, teniendo en cuenta la importancia que tiene la producción de leche a nivel país, ya que aporta trabajo y dinero.

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