Tras años de lo mismo, en este 2016 se sigue adelante con la contaminación indiscriminada y cruel del cauce del río Luján. ¿Cómo? A través del tristemente célebre Canal de Calle 16, que parece haber sido construido para llevar los líquidos de las empresas de la zona industrial, con altos contaminantes, al río.

Tal cual denuncia una vez más –y van– el ambientalista y comerciante Javier Moleres, este sábado (con pronóstico de lluvia a la vista, una característica de estos vuelcos, ya que –deberán pensar– el agua todo se lo lleva) los líquidos servidos van hacia el caudal del río.

Moleres publicó algunas fotos en las redes sociales con un comentario y la indignación vecinal fue la constante.

Sábado 28 de Mayo. El “Canal Pluvial de calle 16”, como ocurre casi a diario, muestra su verdadera cara!!! No llueve, no llovizna, no cae una gota… pero por este zanjón, por donde debería circular solo agua de lluvia, se escurre un caudaloso “río” de un líquido turbio y maloliente, formando además verdaderas montañas de espuma blanca, prueba de que es usado a pleno como desagüe de efluentes industriales y cloacales. Una forma rápida y económica, para que un par de vivos se deshagan de sus residuos molestos… ¿alguien se habrá puesto a pensar, quién paga los platos rotos por la contaminación que genera?, ¿a alguien le remorderá la conciencia por los “daños colaterales”?, publicó Javier Moleres en Facebook.

Una cuenta pendiente en la provincia de Buenos Aires: el control a las industrias de tercera categoría que día tras día olvidan que hay un prójimo viviendo en las márgenes de los cursos de agua y sus afluentes, por los que arrojan de todo. Gente que respira, de la que muchos son niños, mujeres embarazadas, ancianos vulnerables… y se sabe que el cáncer es una realidad que crece día a día y uno de los artífices es la polución. Los que hacen esto no piensan en el medio ambiente que somos todos, incluso ellos, y en el planeta que es el único que tenemos para vivir, y en el que viven ellos. Sólo parece haber, como bien dice Moleres, una necesidad económica del momento para unos pocos.

Según registros periodísticos de este medio un tipo de contaminación similar se había visto en 2008, en 2009, en 2010, en 2014, en 2015... En fin.

 

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