Aunque el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal celebraron la inauguración contemplando la obra desde un drone, sus funcionarios no parecen haber advertido una serie de problemas que afectan a la nueva traza de la autovía 5.

Falta de señalización en puntos estratégicos, desvíos con la capa asfáltica completamente destruida y barrios enteros aislados por la nueva autopista fueron señalados esta semana por el bisemanario El Civismo de la ciudad de Luján.

Quienes transitan desde Mercedes y pretenden seguir por la vieja ruta 5, por ejemplo, no cuentan con cartelería que les indique el modo. Además, el empalme entre la autopista y la ruta no está concluido y una delgada y precaria capa de asfalto se convierte rápidamente en un ripio poceado.

Quienes transitan desde Mercedes y pretenden seguir por la vieja ruta 5, por ejemplo, no cuentan con cartelería que les indique el modo. Además, el empalme entre la autopista y la ruta no está concluido

Por otra parte, populosos barrios de Luján como el Luna quedaron aislados, con un agravante: el “by pass” que se les había provisto para llegar a la ciudad fue cerrado inmediatamente después de la inauguración, dando cuenta del desprecio de las autoridades hacia su su situación.

Ahora, para ingresar al barrio deben transitar 1.500 metros extra, distancia que se extiende todavía más para aquellos que viven en zonas alejadas de la conexión entre Pascual Simone y Ruta 47, única vía de entrada y salida.

 

 

 

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