El próximo martes 20 a las 19 horas en Checa (Güemes 1514, Luján), se darán a conocer los ganadores de INNPACTA, el concurso de ideas-proyecto organizado por CCU Argentina con el acompañamiento del gobierno municipal de Luján y la Universidad Nacional de Luján. Hay un mercedino con expectativas de ser el ganador, y se trata de Raúl Bragado, que presenta ladrillos ecológicos.

El objetivo es impulsar proyectos con impacto ambiental, económico y social positivo en relación a la elaboración, consumo y comunicación de la compañía CCU. Fueron 15 los participantes de la ciudad de Luján y alrededores pero sólo cinco llegaron a la final: Matías Badano (Luján), Martín Bregante (Luján), Pablo Damián (Merlo), María Celina (Exaltación de la Cruz) y Raúl Alberto Bragado (Mercedes).

Luego de cuatro meses de trabajo y de superar dos instancias de selección, cinco emprendedores de la zona se disputarán el primer, segundo y tercer lugar en la gran final de INNPACTA, la iniciativa desarrollada por CCU Argentina para impulsar proyectos con impacto ambiental, económico y social positivo en relación a la elaboración, consumo y comunicación de la compañía.

Durante el evento, un jurado de excelencia conformado por autoridades municipales, de la empresa organizadora y de la principal universidad local realizará una breve devolución a cada uno de los participantes. Luego, se anunciará quién recibirá el primer, segundo y tercer premio: $35.000, $15.000 y una orden de compra por $2.000 en productos de la cervecera, respectivamente.

Para conocer los proyectos finalistas se puede ingresar a www.innpacta.com.ar.

El recorrido tuvo varias etapas y en una última etapa, tras una nueva entrega de las ideas optimizadas y selección de las mismas, se definió a los cinco finalistas y se hizo foco en su factibilidad y escala. En este sentido, formaron parte de sesiones de consultoría individuales con el propósito de colaborar en su preparación para la gran final.

El proyecto del mercedino se llama “Ecolad”, son ladrillos ecológicos para construcción, que no se pegan con cemento, solamente se traban hasta el techo, con plástico reciclado. Implican un ahorro de un 50 % de tiempo en construcción, y ahorro de un 20 % del costo directo. “La idea es terminar con los basurales a cielo abierto, reciclando los mismos y utilizando el plástico para el armado de los ladrillos, haciéndolos apropiados para autoconstrucción”, explicó el autor del proyecto, afirmando que “no existe nada parecido en el país, en formato y compuesto”.

 

 

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