Este sábado por la tarde hubo una muy concurrida reunión de vecinos en el barrio París Giannini que tuvo por objeto encarar acciones en común ante la problemática de recurrentes calles intransitables, que se han visto multiplicadas con las obras de cloacas que se llevan adelante desde hace meses y a las que aun no se les pone fin. Hay pozos abiertos en muchas esquinas y otros se abren a los pies de quien pasa, quedan autos encajados por doquier, otros se caen en las pocas zanjas que existen en el barrio y los que consiguen atravesar los escollos llegan a su destino muy embarrados e impresentables, por lo que algunos los días de lluvia eligen no salir. Tampoco hay veredas, por lo que no se puede circular en moto, bicicleta o a pie. Ni hablar cuando los vecinos deben llamar a un remise o una ambulancia, ya que en esos momentos críticos ninguno puede ingresar al barrio.

Teniendo como uno de sus vértices las avenidas 2 y 1, el París Giannini siempre fue un barrio pujante, lo componen unas doscientas familias y los problemas en las calles han sido moneda corriente en los últimos años. Pero ante los pedidos de los vecinos nunca se han hecho grandes trabajos de zanjeo, cuneteo y entoscado que sean la solución definitiva, porque se venía la realización de una obra que promediando el 2016 finalmente dio comienzo y que aún –para maltraer de los habitantes de la zona– no concluyó: la red cloacal gracias al nuevo colector que pasa por la calle 1, con sus consiguientes conexiones domiciliarias, y que en todos los casos ninguna está activa.

Este sábado en casa de Mari Baccomarone una veintena de vecinos comprometidos plantearon sus problemáticas y pusieron en común algunas alternativas de acción, que son varias e incluyen la posibilidad de hacer una presentación en el Tribunal de Cuentas por las inconsistencias de los trabajos que se están realizando por licitación, y el uso de la banca participativa en el Concejo Deliberante en lo inmediato para exponer ante la sociedad la problemática, todo con la exigencia de zanjeo, cuneteo y reparación de calles posterior a la conclusión de las obras y que se tengan en cuenta trabajos paliativos para que el barrio se al menos transitable.

La idea además es juntarse el lunes con funcionarios del Obras Públicas y referentes del Concejo Deliberante, que ya están en contacto con los vecinos y conocen la problemática que los aqueja.

Además la preocupación de los vecinos se acentúa por estas horas en que se termina lentamente el receso escolar, ya que piensan cómo harán para salir del barrio y llevar y traer a los chicos de las escuelas.

 

 

 

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