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24/02/17
Frente a la negativa del gobierno nacional de la Alianza Cambiemos (PRO-UCR) de abrir la PND (Paritaria Nacional Docente) luego de 10 años de realización y en el marco del cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo (26.075), nos encontramos en un nuevo escenario de atropello a la institucionalidad y a una demostración más del poco apego a la ley que tiene Cambiemos. Negarse a abrir las paritarias es negarse a cumplir la ley, y quien no cumple la ley en este caso es el propio Estado Nacional ya que en el artículo 10 de la Ley 26.075 deja establecida la convocatoria anual a la PND, pero no es nada sorprendente viniendo del macrismo, acostumbrados a manejarse por fuera de la ley. La Paritaria Nacional Docente es una conquista histórica de los trabajadores de la educación organizados sindicalmente que significa mucho más que discutir el salario mínimo una vez al año, estableciendo un salario mínimo, por debajo del cual no puede quedar el sueldo de ningún maestro del país. Piso que tiene que ser tomado como una referencia para las negociaciones provinciales. A su vez representa la invalorable posibilidad que tienen los docentes para defender y ampliar sus derechos laborales, como así también el derecho de toda la sociedad a tener una educación pública, inclusiva y de calidad. Durante décadas el colectivo docente viene luchando por discutir paritarias que incluyan no solamente acuerdos sobre el salario, sino también la implementación de políticas públicas educativas tendientes a mejorar año a año la calidad educativa de nuestros pibes, incluyendo la capacitación docente gratuita como herramienta fundamental. La Ley de financiamiento Educativo y la Nueva Ley de Educación Nacional vinieron a poner fin al desentendimiento del Estado Nacional en la conducción de las políticas educativas que el neoliberalismo menemista había destruido provincializándola a través de la nefasta Ley Federal de Educación. La Carpa Blanca fue el ejemplo de resistencia más claro, que con su dignidad y ejemplo, nos enseñó a los más jóvenes a luchar por una Educación liberadora como horizonte.
Desde su creación y puesta en práctica durante los últimos diez años, se han establecido como compromisos paritarios la construcción de escuelas con fondos del Estado Nacional; como así también la inversión en infraestructura y equipamiento para las instituciones escolares; la definición de programas socioeducativos nacionales que han favorecido la inclusión de niños/as, jóvenes y adultos que históricamente estuvieron marginados por su condición social; la definición de un programa nacional de formación docente permanente, en ejercicio y gratuito, a cargo del Estado, con la posibilidad de participación de los Sindicatos, las Universidades y los Institutos de formación docente; la inversión en computadoras y cursos de formación para que los docentes y estudiantes contaran con equipamiento tecnológico y didáctico; programas nacionales de turismo estudiantil, coros y orquestas infantiles; una importante inversión en Educación Superior, que significó un crecimiento exponencial y un desarrollo cualitativo de los proyectos científicos y tecnológicos; inversiones en programas de mejoras para la formación docente y la educación técnica, por nombrar algunos. No podemos dejar de señalar lo que pasa en nuestra provincia. Frente al intento de imponer un aumento irrisorio con justificaciones incumplibles por este gobierno (baja de la inflación) y ante los hechos del 2016, donde también se incluyó la cláusula gatillo de reapertura que no se cumplió, es más que justo y necesario avanzar en un plan de lucha conjunta para frenar el ajuste que Cambiemos les está haciendo pagar al conjunto de los trabajadores. A su vez no podemos dejar de informarle al conjunto de nuestros vecinos que el gobierno de Vidal intenta justificar su acción atacando a los dirigentes sindicales, pero que con una gran cobertura mediática, nada dicen sobre la reducción el presupuesto provincia en Educación en un 3.2% equivalente a más de 16 mil millones de pesos, otro ajuste que pega de lleno en los pibes de nuestras escuelas. Es por todo esto que acompañamos la lucha del colectivo docente frente a la ruptura institucional que esto significa y a la necesidad de recomponer la pérdida del poder adquisitivo de su salario. Si no hay comienzo de clases, no es por culpa de los docentes, es culpa del gobierno nacional y provincial.
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