Quienes sufren de afecciones alérgicas deben tener especial cuidado con ciertos alimentos que pueden contener proteínas alergénicas, que pueden traer consigo un alto nivel de riesgo. El INTI, ente que preside Javier Ibáñez, con el propósito de mejorar los mecanismos utilizados para detectar estos agentes, diseñó un biosensor portátil que servirá para predecir si dichas proteínas están alojadas en los alimentos comercializados. Gracias a que los insumos y reactivos son de producción nacional, el proceso resultará mucho más económico.

El centro de Procesos Superficiales y el de Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario, entes adscritos al INTI, llevaron a cabo un prototipo inicial del biosensor, el cual pudiera advertir si los alimentos contienen alguna proteína alergénica. Descubrir estos agentes se vuelve una tarea esencial debido a que las personas que sufren de alergias se verían muy afectadas en su salud al consumir estos alimentos, por lo cual, éstos deben ser excluidos inmediatamente de la dieta del paciente.

El Doctor Martín Bozzola, quien es especialista en alergias y también en inmunología pediátrica del Hospital Británico, comenta que: “Si bien hay cientos de alimentos que contienen alérgenos, son sólo ocho los responsables de más del 90% de los casos de reacciones alérgicas que ocurren en todo el mundo”. A estos, él los llamada “los grandes ocho”, y son los siguientes: el huevo, los mariscos, el pescado, la leche de vaca, la soja, el maní, los frutos secos, el trigo y todos los productos procedentes de estos alimentos que puedan conservar alguna proteína alergénica.

¿Qué efectos pueden producir los alérgenos?
“Los alérgenos son sustancias que existen en la naturaleza como partículas de polvo, ácaros, esporas de polen, y determinados alimentos, que tienen la capacidad de desarrollar en algunas personas una respuesta de tipo inmunológica del sistema de defensa que puede provocar reacciones de piel como urticarias y eccemas; patologías respiratorias, como asma o rinitis; y a nivel gastrointestinal puede generar vómitos o diarrea. La expresión máxima de la reacción alérgica es la anafilaxia que puede comprometer el sistema respiratorio o cardiovascular y poner en riesgo la vida de la persona”, destaca Bozzola.

La industria alimenticia y los laboratorios dedicados al control de sus productos, se ven continuamente en la necesidad de aumentar sus esfuerzos para detectar los agentes alérgenos presentes en los alimentos. Uno de los métodos más ampliamente usados es la aplicación de ensayos por inmunoabsorción que están relacionados con enzimas (ELISA, según sus siglas en inglés), para los cuales se necesita un kit especial de inmunoquímicos.

Judith Molinari, quien es bioquímica y está a cargo del proyecto desarrollado en el Laboratorio de Nanomateriales del Centro INTI de Procesos Superficiales, acotó que: “El problema con este tipo de técnicas es que los reactivos y el equipamiento que se utilizan son costosos porque se importan. Es por eso que nos propusimos brindarle a la industria una herramienta nacional accesible y de bajo costo”.

Los especialistas del INTI en el centro de Procesos Superficiales y en el centro de Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario, tomando en cuenta todo esto, llevaron a cabo un procedimiento alternativo para lograr la detección minuciosa de los alérgenos que estén presentes en los alimentos, creando el biosensor portátil que ofrece un costo mucho menor, gracias al uso de insumos y reactivos producidos en el país.

El biosensor
Los tres elementos fundamentales del biosensor son: el receptor biológico, que permite encontrar a un analito, que es el alérgeno presente en el alimento; el transductor, a través del cual se puede analizar la reacción que ocurre cuando el receptor reconoce el agente y puede transformarla en una señal que se pueda cuantificar; y por último, el equipamiento electrónico que permite el procesamiento de la señal que se genera para que pueda leerla el operador sin ningún problema.

“Un biosensor biológico utiliza como principio de detección el reconocimiento de una molécula con otra molécula. En el caso de este biosensor, se utiliza como molécula el alérgeno que podría estar presente en el alimento y la molécula de reconocimiento sería un anticuerpo. El reconocimiento entre ambas partes se da como si fuera una llave en la cerradura, si la llave no entra no se abre. Este reconocimiento es específico, el anticuerpo reconoce por estructura al alérgeno; una vez que se da el reconocimiento se producen una serie de reacciones que dan como resultado una señal eléctrica” agrega Molinari.

El biosensor está manejado por computadora mediante un puerto USB. De esta forma las células electroquímicas, donde se da la reacción entre el alérgeno tomado del alimento y el anticuerpo utilizado, envían la señal al biosensor portátil. Así, según varía la corriente medida en la computadora, se tiene un estimado de la concentración a la cual están contenidas las proteínas alergénicas.

Debido a la gran necesidad de la industria de los alimentos y sus laboratorios de control, nace esta iniciativa de crear nuevos métodos de evaluación y nuevos dispositivos para conocer la cantidad de alérgenos presentes en los alimentos, entre los cuales el biosensor juega un papel muy importante para garantizar que se vele por la salud de todos los consumidores.

Plataforma Alérgenos en Alimentos
Los especialistas del INTI en su centro de Agroalimentos, se han dedicado desde hace más de una década a asistir a la industria en la determinación de la presencia de alérgenos. Este centro adscrito al INTI pertenece además como miembro fundador a la Plataforma Alérgenos en Alimentos, la cual está compuesta por los representantes de instituciones nacionales de ciencia y tecnología, entes ligados al sector salud, organismos de control, industrias productoras de alimentos, empresas de comercialización de insumos y reactivos para detectar alérgenos en alimentos y pacientes que sufren de alergias a ciertos alimentos.

María Cristina López, licenciada y parte del Centro de Agroalimentos del INTI comenta que “En el año 2009 conformamos esta plataforma como un foro multidisciplinario y de intercambio. Es de vital importancia que exista una legislación que obligue a los fabricantes a incluir etiquetas sobre alérgenos en los productos, ya que para el consumidor alérgico, el hecho de que no esté declarado implica la diferencia entre la vida y la muerte”. Asimismo, los profesionales del INTI-Lácteos y del INTI-Procesos Superficiales también componen la Plataforma.

Se espera entonces que, próximamente, se regule la declaración de alérgenos en las etiquetas de los alimentos en Argentina, debido a que el problema está siendo manejado a nivel de todo el MERCOSUR. El INTI, mediante la Plataforma Alérgenos en Alimentos, apoya enérgicamente la preparación del enfoque de Argentina con respecto a esto.

 

 

 

 

COMPARTIR EN REDES

Twittear

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ATENCIÓN: No se autoriza el uso de material publicado en este sitio a medios de comunicación comerciales de cualquier tipo, cuando este no sea solicitado con anterioridad al editor. Para pedirlo, envíe un mail o comuníquese por teléfono y aguarde respuesta.