El trabajo, más allá de ser una fuente de ingreso monetario, es la plaza donde se ponen a prueba los conocimientos adquiridos, bien sea en la universidad o en el andar de la vida. El deber de todo trabajador es cumplir con las actividades diarias que reclame su puesto, ser proactivo y apuntar al éxito personal, pero también al de la empresa.

Cuando empiezan a aparecer una que otra falta, cuando el estrés se apodera del cuerpo o los problemas personales y familiares que se puedan estar viviendo en un momento determinado hacen de las suyas, esto podría acarrear serios problemas que terminarían en la pérdida del trabajo.

Pero, ¿cómo saber si de verdad su trabajo está en riesgo? ¿Qué hacer para que no caiga la guillotina sobre su cabeza?

Señales cuando las cosas no marchan bien en el trabajo

1. Para nadie es un secreto que a ningún jefe le gusta que su empleado cometa errores en el trabajo o dedique su jornada laboral a atender tareas personales, pues este tipo de problemas se dejan en la casa. Cada individuo debe estar consciente cuando comete una falta o cuando no está haciendo el trabajo como es debido. Si usted se dio cuenta de esos problemas, quizás su superior lo haya notado desde hace rato y estaría evaluando despedirlo. Es aconsejable pedir una reunión con el jefe y comentarle lo que está pasando, de esta manera puede que haya  comprensión y un acuerdo de lado y lado.

2. Que le den de vacaciones antes del tiempo que le corresponda, es señal que las cosas no andan bien. Los jefes pueden ser buenas personas, pero no por eso van a dejar que su empleado se vaya de descanso antes de lo correspondido. Muchas veces ese gesto termina siendo un despido indirecto. En caso de que esto suceda, siempre es recomendable contactar a un abogado laboral online que le oriente.  

3. Expertos revelan que las señales que delatan un próximo despido es cuando las tareas diarias de la persona en cuestión, son reasignadas poco a poco o de manera radical a otro sujeto, cuando no lo invitan a reuniones a las que solía ser invitado, cuando le piden que entrene a otros “por si acaso”, o cuando su jefe le exige que redacte cada una de las tareas que realiza.

4. Cuando su trabajo está en riesgo, no necesariamente es porque usted es el culpable, quizás sea porque la empresa esté en quiebra. Una forma de descubrir si una compañía está moribunda y, por consecuente, quiera salir de su personal, es cuando no exista aumento salarial desde hace un largo tiempo o cuando los beneficios que solía dar la organización están desapareciendo.

5. Si usted es de las personas que no se conforma con nada y no se lleva bien con sus compañeros de trabajo, es importante que sepa que su tiempo dentro de la empresa estaría reduciéndose. A ningún empleador le gusta tener en su staff de trabajadores a individuos problemáticos que no resuelven, que renieguen de todo y sean una tranca para el resto del personal.

6. Vociferar las ideologías políticas en la empresa no siempre es buena idea porque muchas veces estas inciden directamente en un puesto trabajo. Si la organización pertenece al Estado, y en su caso, usted tiene otra postura política, tiene tres opciones: renunciar por su cuenta, quedarse callado y permanecer en su trabajo, o decir que no está de acuerdo y correr el riesgo de ser despido de ipso facto.

7. Cuando considere que el próximo despedido de la empresa es usted, es aconsejable que se deshaga de las tarjetas de crédito o empiece a usarlas con moderación, reduzca las salidas fuera de casa, compre lo que de verdad es necesario pero, sobre todo, que invierta y que busque otras opciones de trabajo. Tampoco se estrese, deje que el tiempo decida pero recuerde que nadie es indispensable en una institución.

 

 

 

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