Que los psicoanalistas se interesen por el cine no es extraño, si es que resulta natural para ellos interesarse en las peripecias y destinos del deseo humano.
Recibir pacientes en una sala de hospital, un consultorio o dondequiera que sea, es ya quedar atrapado en una novela, en una vida no muy distinta de cualquier guión cinematográfico.
En efecto, fue Freud el primer psicoanalista curioso de lo que producía el arte, y esa afición la mantuvo toda su vida. Tenía una opinión de los artistas mucho más elevada que la de los profesionales que practicaban su ciencia. En cierto sentido los consideraba privilegiados: “toman al vuelo lo que nosotros conseguimos penosamente”.
El licenciado en Psicología, Alberto Saul, propone un ciclo de “Cine y Psicoanálisis” para que vaya en la línea con aprovechar el privilegio del artista, el autor o el director de cine que, con una sensibilidad e intuición infinitamente superior, pueda exponer lo más exquisito de la dramática humana.
Dice Saul: “Discutir y comentar películas es para nosotros un esfuerzo y a la vez un intenso placer. Como siempre, ambas cosas van de la mano. A diferencia del mero espectador, nosotros miramos las películas con el doble privilegio de gozar y pensar. Así como nuestra clínica se ilumina con la reflexión teórica, nuestra actividad intentará articular el placer de lo que miramos con el placer de lo que estudiamos”.
La propuesta está diseñada y ya se confirmó el primer encuentro para este lunes a las 18.30 en el Museo Víctor Míguez. La idea, según el licenciado, es que “con bibliografía, con textos y nuestras limitadas capacidades, trataremos de verificar si hay acaso una lógica común, un hilo conductor entre lo que vemos en la butaca del cine y lo que escuchamos en la de nuestro consultorio”.
En esta oportunidad, se proyectará la película francesa “Stella”, dirigida por Sylvie Verheyde, estrenada en 2008. La invitación está abierta al público en general y es totalmente gratuita.
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