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El sábado por la mañana hizo su paso por el Museo Histórico Víctor Míguez una serie de vehículos Studebaker provenientes de distintos lugares de la zona.
Las autoridades del Museo recibieron con orgullo a estos visitantes apasionados por los autos de antaño y abrieron sus puertas para mostrar proyecciones en pantalla gigante y compartir historias, datos, anécdotas y mucha hermandad.
En Mercedes, París Giannini fue un claro referente de la marca. Exitoso deportista y mejor persona, ha sembrado en sus relaciones sociales la manera justa de cooperar y servir a los demás pilotos. Hoy, esa demostración de generosidad se ha trasladado a los amantes de los autos de colección. Entre ellos no hay competencia ni rivalidad. Se acompañan y ayudan cuando los repuestos se hacen cada vez más difíciles de conseguir. Su objetivo: recuperar los viejos Studebakers que están perdidos por la pampa bonaerense y reconstruirlos para volverlos al ruedo.
Al menos, Carlos Labanda, uno de los impulsores del evento, es quien cuenta esta parte de la historia y resalta la presencia de un Lark de los años 50, las Champ de los 60, una Transtar de 1950 y un hermosísimo President con aire acondicionado y dirección hidráulica, todo original de 1955. Ellos y sus dueños arribaron a Mercedes desde Ciudad Madero, Quilmes, La Plata, Berisso, Rojas, San Martín y Capital Federal.
Un gran encuentro, tanto para los dueños de estas reliquias como para los vecinos de Mercedes que pudieron apreciarlos de cerca y conocer más sobre estos autos que fueron parte de nuestra historia.
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