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28/09/17
Federico Andrés Teilletchea, de 32 años, fue condenado a 12 años de prisión por el cuádruple homicidio simple de una familia rosarina que no llegó a sus vacaciones en Lucila del Mar porque en la ruta provincial 41 el ahora detenido se cruzó de carril a gran velocidad, alcoholizado, manejando un Peugeot 406. “No fue un accidente de tránsito sino una masacre”, explicó durante todos estos años a quien la escuche. Reclamaba también porque el homicida seguía en libertad… y con registro de conducir. El “siniestro” sucedió el domingo 15 de enero de 2012, a las 7 de la mañana, en la curva conocida como "del tala viejo", cerca de San Antonio de Areco, cuando el auto de Teilletchea embistió de frente al Fiat Palio en el que viajaban Mirta Radicci (52); Hugo Sánchez (56) y el hijo de ambos, Facundo Sánchez (19), además de Martín Busalacchi (16). La causa estaba caratulada “homicidio culposo agravado” pero al menos dos circunstancias influyeron en la condena por “homicidio simple con dolo eventual” y la consiguiente detención inmediata de Teilletchea: circulaba a más de 150 kilómetros por hora y con al menos 0.85 g/l de alcohol en sangre. Así lo entendió el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Mercedes, integrado por Juan Tillet, Graciela Larroque y Tomás Barski, que dictó un fallo con pocos antecedentes en materia de “accidentes” de tránsito. El doloroso y tenaz reclamo de los familiares de las víctimas tuvo su respuesta en la Justicia: tras la sentencia, el homicida fue trasladado por personal penitenciario a la Comisaría de Carmen de Areco para luego ser trasladado a un establecimiento penal.
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