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19/11/17
Este miércoles 22 de noviembre a las 8 horas habrá un acto más que especial y representativo para la comunidad educativa del Instituto “Padre Ansaldo” de esta ciudad, ya que se denominará como “Padre Héctor Cuchietti” al tramo de calle 114 entre 19 y 15. La idea es compartir esta emotiva actividad entre padres, docentes, alumnos, autoridades municipales y educativas, entre otros, a modo de público homenaje a este sacerdote, que como miembro de la comunidad parroquial de la Iglesia Catedral fundara la institución educativa a la que hoy concurren más de mil alumnos. El Padre Héctor Cuchietti era oriundo de La Pampa. Llegó a Mercedes siendo casi un niño, para ingresar al Seminario Pío XII que funcionaba en el edificio que actualmente ocupa la Escuela Parroquial y el Instituto Padre Ansaldo, instituciones que la Providencia permitió que él fundara siendo ya sacerdote y vicario de la Basílica Catedral “Nuestra Señora de las Mercedes”. En sus orígenes la Escuela Parroquial, nivel primario, comenzó a funcionar en la avenida 29 entre 14 y 16 en el año 1961 y el Instituto Padre Ansaldo, nivel secundario, en la esquina de calles 31 y 22 en el año 1967. El traslado al actual edificio se realizó en 1969. El Padre Cuchietti enfrentó el desafío de fundar un instituto para brindar a los jóvenes una educación integral e impregnada de valores cristianos. Y trabajó sin descanso para dar vida a ese proyecto. Para quienes lo conocieron, hablar del Padre Cuchietti es recordar su figura delgada y su caminar ligero rumbo a una interminable lista de trabajos diarios. Para él no había horarios de trabajo y horarios de descanso, eran siempre de trabajo y sacrificio hasta que el sueño vencía. La licenciada María del Carmen Fasce de Munarriz, integrante del equipo directivo de la institución, destaca sobre la figura de Cuchietti: “Al llegar al colegio él sabía que lo esperaban impresionantes tareas, y en las palabras sacerdote y rector se integraban todas. Su atención estaba puesta en el plan de estudios de doble turno, en la formación espiritual de todos, en el acompañamiento personal de todos los docentes, alumnos y familias, la capacitación de los profesores, el apoyo a los eventos deportivos, el mantenimiento del edificio, el cuidado de los espacios verdes, el pago de las cuentas, el asfaltado de la calle 15, los campamentos, los bienaventurados viajes de estudio, la puesta en valor de los históricos colectivos de color naranja en los cuales los alumnos hacían cuatro viajes al día...” “Siempre fue una verdadera incógnita descubrir de dónde sacaba el tiempo para celebrar la misa diaria, rezar el Breviario, leer libros de múltiples autores. Conversar con él era viajar por lugares no imaginados de la historia de todas las épocas y olvidarse del tiempo real que se invertía en escucharlo”, apunta “Marilú” (como Cuchietti la llamaba), quien desde los inicios es parte de la institución. “Ofrecer los libros de su rica biblioteca personal era una de sus tantas maneras de colaborar en el enriquecimiento cultural y espiritual de todos. Su accionar estaba siempre teñido de espíritu de servicio, austeridad, sacrificio, gran entusiasmo, trato afectuoso, impresionante fe y confianza indiscutida en la Providencia”, agrega sobre quien será homenajeado. Tras 55 años de sacerdocio, Cuchietti falleció en La Pampa en abril de 2012, a sus 80 años de vida. “El ya se encuentra en la Casa del Padre, al igual que otros docentes y alumnos que lo siguieron en ese camino. Seguramente juntos ya están contemplando el Rostro del Señor”, afirma Fasce de Munarriz. Hoy, a cincuenta años de la fundación del “Padre Ansaldo”, todos están invitados a seguir trabajando con amor en el Instituto y a seguir siendo fieles a la misión que dejó como legado el Padre Héctor Cuchietti.
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