El diputado provincial mercedino Santiago Révora criticó duramente la decisión de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, de cerrar casi medio centenar de escuelas de zonas rurales y el Delta del Tigre y pidió “revertir esta medida”.

“Para Vidal, los pibes de las escuelas rurales son solo números de una planilla. Como el presidente Macri, la gobernadora muestra una alarmante falta de sensibilidad y en nombre de un supuesto modelo de eficiencia no solo destruye el futuro de los chicos que asisten a esos establecimientos, sino que da otro paso en este plan sistemático que vienen llevando adelante en contra de la educación pública”, indicó.

“Consideran que la educación es un negocio y no un derecho. Cerrar escuelas no nos lleva al futuro mejor que prometieron en campaña”, enfatizó.

Para el legislador, “no es casual que Vidal tome esta determinación en el marco de una nueva paritaria docente en la que quiere imponer salarios a la baja. Vuelve a mostrar su desprecio hacia la educación pública en un momento en que la Provincia tiene más recursos”.

A partir de la decisión tomada por la gobernadora bonaerense, el bloque de diputados provinciales de Unidad Ciudadana presentó un proyecto en la Cámara baja para tratar de revertir la situación: por un lado expresa la “profunda preocupación” por el cierre de escuelas del Delta y otras zonas rurales y, por el otro, eleva una solicitud de informes para tratar de entender los argumentos que sostienen la medida.

“No podemos creer que el mero argumento de la reducción de costos operativos pueda ser una razón válida para el cierre de una escuela -explicó Révora-. Vidal debe garantizar el acceso a la educación pública entendiendo que no es un negocio sino un derecho”.

“Esto atenta contra el derecho humano de estos niños y desorganiza enormemente la vida de las comunidades de las zonas afectadas, no solo porque a los chicos se les duplica o triplica las distancias sino porque, además, estas escuelas que cierra Vidal funcionan como centros de integración comunitaria”, agregó el legislador mercedino.

En efecto, el cierre de las escuelas obligará a muchos chicos a pasar más horas viajando que estudiando, precarizará el trabajo de decenas de docentes y les quitará a familias y vecinos un punto de encuentro, integración y desarrollo de actividades.

Además del cierre de los colegios, Vidal ordenó también entre otras cosas el despido de miles de docentes, eliminar horas cátedra y agrupar distintos cursos, inclusive de grados y edades dispares. “Esto, además de atentar contra el salario de los trabajadores de la educación, es antipedagógico y obstaculiza el proceso de aprendizaje de los chicos -cerró Révora-. Por eso creemos que este tema trasciende a la comunidad educativa y la sociedad en general es parte del pedido para que den marcha atrás”.

 

 

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