El domingo 25 de marzo, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se inaugurará  en el Museo de Arte “En el paredón”, una exposición que rinde homenaje a los 23 mercedinos secuestrados, torturados, desaparecidos y asesinados durante la última dictadura cívico-militar de la Argentina. El autor de las obras, Javier Eduardo Navarro Gallo (Bolivia), se presentará a la comunidad junto a la artista local Amelia Dinova, quien participa exhibiendo una serie de fotografías que documentan marchas conmemorativas en torno a la fecha recordada.

Como en una ronda de fogón, las historias, oídas, contadas, vividas, se comparten y son espejo de los ojos cansados y dolidos del otro. Del camino vienen, de una tierra, cualquier tierra, y de una voz que huye del silencio. Mientras el viento corta los versos en el aire, una helada sigilosa y de muerte va calando para dormirlos a todos. La quietud, un cuerpo de soledad vasto como el tiempo, va cerrando los párpados de aquellos últimos testigos del fuego. Ahora queda ceder al rigor y dormir, la tentación del olvido. La nada y su despreocupada suerte. Pero un gesto viene detrás de la lumbre.

Como en sueños, se proyecta erguida una sombra que, sin otra expresión que la costumbre, arroja más leña al interior de la fogata. De poco, volviendo del sopor, puede verse claramente cómo la figura vuelve tranquilamente a su lugar. De nuevo el chisporroteo de las llamas. Así, salpicados de fuego, aún temblorosos, los hermanos recuperan sus sentidos, sus miradas cómplices y solidarias, y reanudan el relato en el frío y la oscuridad.

Javier Eduardo Navarro Gallo, un artista llegado del hermano país de Bolivia, nos brinda la oportunidad de recordar, re-conocer e indagar nuestra propia historia. Con todos sus tantos nombres, como porciones de la América, pareciera querer recolectar y unir, recomponer, en un gesto humano y solidario, las piezas que faltan del rompecabezas; aquellas perdidas o robadas, por hombres y mujeres instrumentos del horror.

Son 23 los retratos que rinden homenaje a las víctimas del terrorismo de estado de nuestra ciudad. 23 rostros que permanecen en la retina como sombras de una verdad insoslayable. Que perdure en la memoria será una responsabilidad de todos.

Por medio de una técnica patentada por el autor llamada “sombras en alto relieve”, a través de la cual ha realizado un impresionante número de obras (cerca de 700, estando próximo a ingresar en el famoso libro de Record Guiness), Javier trabaja ahondando el sentido de lo colectivo, interpelando a la memoria de los pueblos.

Como ha sido capaz de reflejar en diversas series, como aquella que homenajea a los deportistas del equipo brasilero de fútbol Chapecoense fallecidos en la tragedia aérea del 2016, o en otras en las que ha buscado rescatar el valor de grandes figuras de la historia, líderes, revolucionarios, a veces un tanto olvidados, como el caso de Juana Azurduy, cuya obra fue entregada a la presidenta Cristina Fernández en su visita a Sucre en 2010, el artista aboga por la funcionalidad social del arte. Muestra de ello, además de los temas elegidos, son su política de no firmar las obras y su decisión permanente de donar la totalidad de ellas.

En esta ocasión, la composición sitúa a los personajes en un fondo que remite a la idea de fusilamiento, un paredón con orificios de bala, aunque ellos no son tocados por estas, están ilesos, “…ESTÁN VIVOS!”, exclama el ex psicoterapeuta, que decidió abandonar su práctica profesional, luego de largos y enriquecedores años destinados a la salud pública, para dedicarse con todo entusiasmo y fervor a sanar desde el arte.    

Los matices que, cuenta Javier, se generan por el tratamiento de la imagen, permiten evocar la idea de “algo maltratado por el tiempo”, y esa apariencia vetusta parece denunciar cierta conspiración del silencio, como una marca indeleble de los intentos conscientes o inconscientes de una sociedad por sepultar su pasado. Heridas en el papel, en la memoria.

Según dice: “El objetivo de la obra es brindar un homenaje a los 23 desaparecidos y/o asesinados de Mercedes, generando una conciencia en toda la población a que la mejor manera de corresponder a su sacrificio y muerte, es la de ser cada vez más, mejores seres humanos, en la familia, el trabajo y en la sociedad, teniendo siempre presente la necesidad de la comunidad antes que el interés propio, de anteponer la práctica de los valores a la práctica del consumismo y el materialismo, solo de esa única manera, nos pareceremos a ellos”.

La muestra ha sido posible mediante la gestión cultural de la documentalista y escritora mercedina María Amelia Dinova, quien conoció a Navarro Gallo con motivo del X Encuentro Internacional de Escritores y Artistas, celebrado en el vecino país andino, y quien, además,  acompañará al artista boliviano presentando fotografías de su autoría, tomadas en distintas manifestaciones y actos conmemorativos en relación a la instauración del 24 de Marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.El proyecto contó, además, con el apoyo y colaboración de la Coordinación de DDHH de la Municipalidad de Mercedes y su responsable Sergio Carini.

Las obras, que serán donadas a la Coordinación de DDHH (excepto 2 que están destinadas a Stella de Carlotto y Nora Morales de Cortiñas), podrán ser vistas durante la Noche de Vigilia, el día 23, en la plaza San Martín, acompañando el acto público y oficial promovido por la intendencia de la ciudad, desde donde partirán luego hacia la Sala B del MAMM para poder disfrutarse a partir del domingo 25, desde las 19 horas.

 

 

 

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