Ricardo Alfonsín pasó por Mercedes. El ex diputado nacional vino al Comité de la UCR local a dar una charla y habló de varios temas, entre ellos dio su opinión sobre el aborto, el Pacto Fiscal, el actual gobierno y las medidas que toma, cuestionando los tarifazos y reclamando la necesidad de participación del partido que integra en la toma de decisiones políticas de Cambiemos como Frente.

El ex legislador y célebre hijo del fallecido el presidente de la Argentina entre 1983 y 1989, Ricardo Luis Alfonsín, tras reunirse con el intendente municipal en su despacho y recibir de manos de Juan Ignacio Ustarroz –con quien tomó mate– salame y un ejemplar de “Aquellas semillas rojas”, libro de “Jóvenes y Memoria” que le gustó mucho, se encontró con vecinos de la ciudad en el comité de la UCR local para dar una charla abierta.

Previamente habló con algunos medios locales, junto a Juan Manuel Torres, Javier Torres y Ariel Dulevich Uzal. “Viene recorriendo el país y la provincia con la propuesta que referencia a un grupo de radicales que entendemos que hay que cambiar la relación del partido con la Alianza Cambiemos”, dijo Javier Torres e introdujo al visitante.

“Me preguntaron si me parecía bien que el radicalismo no tuviera candidato y dije que no. Creo que sorprenderíamos a muchos y esto le haría bien a Cambiemos. La gente podría decidir entre el ala más liberal que es el PRO o el ala mas progresista y demócrata que es la UCR”, dijo Alfonsín en principio.

“En Gualeguaychú no solo hicimos un acuerdo con otras fuerzas sino dijimos que en el caso de que no pudiéramos ganar al PASO íbamos a tratar de influir, evitar errores y no acompañaríamos decisiones que creyéramos que no eran las mas convenientes para el país. Creo que no hemos cumplido con lo que dijimos”, sostuvo Alfonsín, destacando que entonces “no hubo” acuerdos programáticos. “Se podría haber creado un mecanismo para que cada una de las fuerzas hiciera oír su opinión”, agregó y sostuvo que no ponen palos en la rueda ni se oponen a todo, ni dicen a todo que sí. “Nosotros tenemos que manejarnos con prudencia y responsabilidad haciéndonos cargo de las diferencias, sin ocultar que somos fuerzas que piensan distinto”, indicó Alfonsín.

Y habló de variados temas, entre ellos:

- La minería: “Es muy grave lo que ocurre con la minería, con la política minera. El lobby minero pretenden hacernos aparecer a nosotros como si estuviéramos en contra de de la minería, pero estamos contra la política minera y fuimos a marchas, fuimos actores principales en defensa de los glaciares. Julio Martínez, que era ministro de Defina y actualmente es senador, fue baleado en marchas. Una vez que se profundizó esta política no nos callamos la boca. El gobierno se equivocó”

- La influencia en las decisiones y el diálogo: “Tuvimos un retroceso muy grande en acompañamiento. En 2015 perdimos más de 2 millones de votos. Porque no tuvimos posiciones claras, bien radicales. Y pertenecemos a la Unión Cívica Radical. Tenemos la cantidad de legisladores, intendentes y gobernadores como para influir. Nadie es dueño de la verdad y no atribuyo decisiones malas a quienes están en otros sectores. Yo discuto decisiones políticas. En política es difícil tomar la decisión correcta y solamente el tiempo nos lo demuestra. Lo que más chance nos da es el diálogo, la confrontación de ideas y puntos de vista, escuchar al que piensa distinto. Y eso falta por culpa nuestra”.

- Funcionarios de las corporaciones: “Hay una frase célebre que decía que Lo que le hace bien a los intereses de General Motors le hace bien a Estados Unidos. En el capitalismo, las grandes corporaciones han intentado convencer a la sociedad de que los intereses que tienen son idénticos a los de la sociedad; pero la UCR piensa que siempre hay una relación potencialmente conflictiva ahí. Por eso nosotros no reclutaríamos entre los integrantes de las corporaciones a los funcionarios del Estado, porque tienen que estar defendiendo el interés general. Mi partido no dijo nada, y yo algún comentario hubiera hecho”.

- La “grieta” y el clima social: “Yo no creo en la grieta, ni creo que la única forma de hacer política sea agrediendo, descalificando al contrario, colocándolo en el lugar más perverso o ridículo. Eso no le hace bien a nadie. Hay que leer un poco de historia para ver en qué clima social progresan los países y como la relación entre las fuerza políticas influye en ese clima social”.

- El Pacto Fiscal: “Me preocupa el aspecto de la autonomía. Tenemos que ser responsables en todos los niveles en la administración de los recursos públicos y hay que ver cómo evoluciona esto. Sé que hay muchas provincias que se quejan. Siempre un pacto puede ser modificado si en la práctica no dan los resultados. La intención de ordenar las cuentas públicas me parece buena en principio. Pero yo hubiera esperado un poco a que mejore la economía para ver cómo redistribuir los ingresos”.

- La intervención del PJ: “No conozco las causas, estuve desde la mañana muy ocupado. Cuestionamos la integración del Consejo de la Magistratura, que tiene que controlar a la Justicia. Los partidos políticos son instituciones fundamentales de la democracia, autónomas, y ningún poder del Estado puede interferir su autonomía. En este caso no conozco la causa y debo ser prudente, pero por lo que conocí en los medios la causal puede ser que se hayan perdido elecciones, una diáspora o contradicciones, me llama la atención”.

- Legalización del aborto: “Hay libertad de elección porque es una cuestión de conciencia. El partido no tiene una posición. En cuanto a mi posición personal debo decir que soy católico, necesito y quiero creer y creo. Fue para mí un dilema, pero hoy después de que escucho que hay que hacer prevención y educación sexual y que cada año que pasa más mujeres mueren por embarazos involuntarios, creo que la política debe dar una respuesta y despenalizarlo. Eso no significa estar a favor del aborto, pero el que se vea una situación tan terrible como esa no debe ser penalizado”.

- Estado de bienestar o neoliberalismo: “En el mundo desde el año 1980 se puso en marcha una revolución, y por primera vez desde los sectores más vinculados a la derecha. Entonces los sectores progresistas nos volvemos conservadores, queremos conservar el orden económico y social posterior a la segunda guerra mundial: el Estado social de derecho, el Estado de bienestar, el consenso social demócrata. Y tenemos que trabajar para terminar con el consenso neoliberal que tanto se ha llevado por delante las conquistas que tanto le costaron conseguir a la clase media. Algunos dicen que no hay alternativas pero yo si creyera eso no hago más política. Cualquier decisión si me dicen que no hay alternativa es técnica o científica pero no política”.

 

 

 

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