Sorprende, a veces, que el frío no detenga las ganas de salir, curiosear, ver, disfrutar y sentir el tango como desde hace dos inviernos sucede en Mercedes. Es que en el galpón central del Complejo Cultural La Trocha, el ciclo que organiza la Dirección de Cultura suma, con el tiempo, a más y más seguidores.

Durante la noche del jueves, alrededor de cien personas vivieron de cerca la actuación que ofrecieron en formato de trío la cantante Amarilis Díaz junto a los maestros Mario Tierno y Eduardo Cirillo. Fueron ellos quienes se ubicaron en el centro de la escena para ejecutar un repertorio de tangos clásicos que fue bien recibido por la gente.

“El tango tiene ese toque melancólico y muchas veces trágico que, por ejemplo, el blues no tiene. Eso lo hace complejo y es muy difícil de cantar”, estableció la voz femenina de la noche. Con una sobrada técnica vocal, la tanguera más blusera hasta ahora jamás vista, se sumó a los músicos con Gardel y Le Pera a cuestas para hacer “Golondrinas” en una bella y dulce versión de bandoneón y guitarra. Después llegó “Soledad y “Vida Mía” y junto a esas melodías, la soltura cada vez más notoria de la cantante.

“Canto tango porque tengo atrás a dos grandes músicos como son Mario y Eduardo. No sé si lo hago bien, pero para mí es un gran desafío. Tengo mucho por aprender y hacia allí voy”, cuenta con extrema modestia una de las voces más importantes de la escena local.

La noche se cubrió de un brillo especial, además, cuando los participantes del concurso “Cantor Bohemio” pisaron el escenario. Ya se había hecho la presentación oficial durante la edición pasada y el jueves fue el momento de escuchar a los cuatro primeros participantes: Axel Bartolomeo, Alondra Cabrera, Amparo Cister y Yasmin Freita. Dos de ellos pasarán a la gran final que se hará como cierre del ciclo este año. Lo sorprendente fue que, si bien es un concurso libre que reúne a cantantes amateurs, el nivel expuesto dejó boquiabierto a más de uno.

Entre el público, uno de los integrantes de la organización, Pablo Aschero, se mostró alegre y optimista: “Aún no llegamos a la cima, pero estamos mejor que ayer”, confesó el notable cantante emergente y de mayor éxito de los últimos años.

La noche se fue cerrando de a poco, pero no faltaron energías para que el público tomara sus ya clásicas clases de tango y milonga con los responsables de “Estímulo Dance” la Escuela – Taller que en cada edición brinda la posibilidad de conocer y promover los primeros pasos dentro del baile del 2 x 4 con Leandro Lofgren a la cabeza.

Antes del cierre, se pudo apreciar dos maravillosas interpretaciones instrumentales de Adiós Nonino, de Astor Piazzola, en el bando del mercedino Eduardo Cirillo y la conjunción perfecta que sorprendió a todos cuando, en otras piezas, se sumaron la guitarra y la armónica al siempre exquisito fuelle tanguero.

Habrá más ediciones y llegarán el próximo mes con las actuaciones de Boli Noriega y Daniel Capaccio, como siempre, el galpón de La Trocha y con entrada libre y gratuita

 

 

 

 

 

 

 

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