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Reclamo por el estado de Avenida Dorrego

La arteria que bordea el río Luján tiene tramos que son auténticos basurales a cielo abierto. La asociación civil SOS Hábitat llama la atención sobre el estado del lugar. Piden que se controle la zona con recorridas policiales

Desde la asociación civil SOS Hábitat expusieron sus quejas por el estado en que se encuentra la avenida Dorrego, que es la calle de tierra que bordea el Río Luján, a su paso por Mercedes. Se la conoce también como costanera, aunque no es un paseo agradable.

“A pesar de que la actual administración comunal ha realizado esfuerzos por desmalezar y mejorar los tramos linderos al Parque Municipal, el resto de esta extensa arteria, desde hace décadas se parece más a un inmenso basural que a un apacible camino rural”, plantearon desde SOS Hábitat, e indicaron que “son muchos los que no valoran su importancia y contribuyen con su absurdo accionar, al lamentable estado en que se encuentra”.

El camino nace en el ex campo del Regimiento 6 de Infantería y termina a la altura de la “curva al cementerio”, algo así como unos 8 kilómetros de recorrido, uniendo puntos valiosos para todos los mercedinos, parajes o construcciones, “cuya importancia histórica se debe transmitir a las nuevas generaciones, para acrecentar y fijar su acervo cultural”, tal cual señalan desde la asociación civil.

“Allí nos encontramos por ejemplo con una reliquia como “el viejo cañón” fijado de culata y usado como mojón, el centenario puente del “Paso del Cañón”, el recordado balneario “La Palangana”, las antiguas instalaciones del “Tiro Federal”, el Parque y su emblemática “Pasarela”, la simbólica “Cruz de Palo” y el legendario puente “3 de Marzo”, relatan y solicitan la urgente “puesta en valor de estos sitios”, pero sobre todo, “una firme campaña del municipio para erradicar los tremendos basurales que cada pocos metros salpican la avenida, con su asquerosa y pestilente carga de animales muertos, plásticos y colchones a medio quemar, escombros, hierros y alambres, electrodomésticos oxidados, vidrios, embaces con químicos peligros, etcétera”.

Además remarcan que sería necesario un servicio de vigilancia policial o privado, que podría recorrer a caballo o en moto de forma continua y de punta a punta la Avenida Dorrego, “tratando de identificar a los inadaptados que arrojan los residuos y castigarlos como corresponde a su enfermo accionar”.

“Recién ahí podríamos empezar a soñar realmente con una Mercedes diferente”, opinan.

 

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