Se realizó la última función del MAMMusic 2019 en el Museo de Arte. Marcelo Giorgione y Sebastián Cirillo brindaron un gran show de cierre. Las Direcciones de Cultura y de Prensa acompañaron la propuesta junto al público.
Llegó el final del año para el MAMMusic, el ciclo que dio comienzo a mediados de este 2018 y que convocó a seis de las mejores propuestas que se pudieron ver en formato acústico en nuestra ciudad.
Por el escenario del Museo de Arte pasaron Nadia Boffi & Juan Salzano; María Luna acompañada por Eduardo Cirillo y Nano Espíndola, Puratierra, Belladona, la querida Tanna Ramponi y por último, un cierre que se caracterizó por romper el formato inicial de la propuesta: lejos del desenchufado formato original, Sebastián Cirillo y Marcelo Giorgione transformaron el patio del espacio cultural en una rave compuesta de diversos climas y sensaciones.
Poco antes de las 21, Stella González, Directora del Museo de Arte de la Municipalidad de Mercedes, dio la bienvenida al público y aprovechó el momento para agradecer todo el apoyo brindado por la Dirección de Cultura y la Dirección de Prensa, y a sus Directores Lucía Capaccio y Luciano Demergasso, puesto que las dos áreas acompañaron muy de cerca la idea. También destacó la labor de los integrantes del staff que produjo los seis encuentros de este primer año de vida y a la gente que visitó los shows.
“Fue un proyecto que quisimos mucho y con el que seguiremos trabajando el próximo año. Recibimos mucho apoyo de las distintas áreas y eso nos dio un respaldo importante para seguir adelante. Sabemos que tuvo buena recepción y que quedan muchos y muy buenos artistas por pasar por este escenario”, culminó la máxima responsable del lugar.
El dúo protagonista de la noche, que fue creado con la vuelta de Giorgione del exterior y en medio de una necesidad de decir y expresar con los sonidos experimentada por Cirillo, salió a escena y no dejó, por espacio de una hora, duda alguna sobre la calidad de la propuesta.
Un viaje musical que no significó un mero recorrido impuesto por piezas popularmente conocidas, sino que, por el contrario, dejó entrever grandes momentos de improvisación y de descarga de espesas vibraciones y sonidos cautivantes que dieron vueltas sobre un set cuidado y directo.
Las frases de Cirillo escritas en sus sintetizadores se unieron con coherencia a los ritmos dispuestos como compañía funcional de Giorgione y así, la gente comenzó a entender de qué iba la propuesta. Sin voces, sólo cuerpo y alma en las herramientas de una percusión acústica ensamblada a la electricidad de su compañera inmediata, más las frecuencias impredecibles del ya clásico Theremin del Flaco, vistieron con música el impecable patio de un museo que fue testigo de seis encuentros tan diversos como enriquecedores y que espera por más durante el próximo año.
Un show exquisito por donde se lo mire, digno de presenciar, cualquiera sea el lugar, y disfrutar del talento de estos dos grandísimos músicos mercedinos.
Así, con un 2018 agotado de tanta invitación compartida, el equipo del MAMM se toma un tiempo para analizar lo hecho, corregir y avanzar para sumar nuevos espacios y aventurarse a un nuevo año con más y mejores propuestas.