La nueva garita que se instala en la avenida 1 entre 12 y 14 llama la atención de los vecinos, que invitan a reflexionar sobre si es la mejor ubicación, sobre todo teniendo en cuenta a los perros del lugar y el peligro que les generaría.
“Parece que ha cambiado la parada, tan cómoda, que estaba en la 1 casi esquina 14 y, lamentablemente, la pondrán a mitad de cuadra. Quizás nadie piensa en los numerosos perros de la zona que cruzan constantemente la avenida en este sector y para los cuales este cambio puede ser muy peligroso. Desconozco cuales serán los motivos del cambio pero es una gran pena”, sostuvo Elsa Parrilla ante este medio.
De lo que habla es del inminente cambio de ubicación de la parada del colectivo que esta hace años en la 1 casi esquina 14 por esta nueva ubicación, como se puede apreciar en la foto. “Realmente me llama la atención y me desmoraliza que lo hagan. La mayoría de las garitas que instalan están en los lugares de siempre, sin modificaciones. Muchas de ellas se localizan en las esquinas, que son lugares cómodos, los más habituales. En este nuevo lugar es un gran peligro para los perros del barrio que cruzan constantemente la calle en esta zona, pero no andan en la esquina de 1 y 14, y que no están habituados a que pare un colectivo, con la congestión de autos que esto origina. También es posible que a algunas personas que estén esperando le molesten que anden los perros (que están acostumbrados y no entienden que ese lugar tiene otras funciones…) los maltraten, se generen situaciones conflictivas donde antes todo estaba tranquilo. Algunos animales tienen dificultades para desplazarse, problemas de salud (por golpes que han recibido y que repercutieron en su movilidad, en su estabilidad, en sus patas, en sus caderas, porque han sido atropellados, etcétera). Hasta ahora sobreviven pero esto es crearles una barrera más y una vida con más riesgos, siendo que ellos ya tienen bastantes porque varios están desnutridos o sin los cuidados que necesitan (a veces porque sus dueños tienen dificultades o por otros motivos)”, expresó la mujer.
“Sé que hay personas que son indiferentes a los perros, lo que respeto, pero siempre me dio la impresión de que el intendente no es uno de ellos. Quizás, al no vivir acá no puede advertir los peligros a los que estarían expuestos y sería una pena que así fuese porque ya tienen suficientes sufrimientos para agregarles otros”, completó la vecina.