El santo tiempo de la Cuaresma es un tiempo propicio, de los llamados fuertes dentro de la Iglesia, para detenernos, para reflexionar, para ahondar en alguna que otra actitud que a lo largo del año por diversos motivos nos pasa casi desapercibida.
Por ejemplo si miramos o nos recordamos con nuestra memoria las estampitas o los cuadros que nos ilustran “La Ultima Cena” vamos a encontrar un personaje muy cercano Jesús. Juan “El Evangelista”, recostado sobre el pecho de Jesús, según lo relata el Evangelio, como escuchando los latidos adoloridos del Maestro. También lo va a ubicar la iconografía cristiana a Juan en un lugar preponderante, al pie de la cruz, abrazando a María Santísima y a María Magdalena a los pies de la cruz llorando.
También vamos a encontrar, según la iconografía, el arte, en ese descendimiento de Jesús de la cruz, y cómo es recibido por María entre sus brazos el cuerpo yerto de Jesús.
Estas actitudes nos hablan de un estar junto al otro. Eso es la compasión. Eso es padecer con. No en vano la Iglesia, concretamente el beato Pablo VI ha llamado a María Santísima madre de la Iglesia y el título de co redentora, es decir estar tan cerca del Redentor que va ella también pariendo esta redención desde su lugar, acompañando a su hijo. Que no es sino con padecer, padecer con: ponerse en el zapato del otro. Es muy hermoso lo que dice Don Atahualpa Yupanqui: amigo no es sino un corazón latiendo en dos pellejos, y la compasión es esto: animarme a padecer con el otro, ponerme en el lugar del otro y no dejar que la vida me pase por al lado.
Nuestra historia está llena de acontecimientos que sin duda nos mueven a la reflexión, a la compasión, al padecer con. Sin ir más lejos, hoy 17 de marzo, 16 años del atentado de la embajada de Israel aquí en la Argentina (*). Este acontecimiento luctuoso para nuestra historia reciente también es un acontecimiento de compasión, padecer con. Cuando vemos los índices de pobreza en nuestro país también nos lleva a padecer con. Compasión.
El santo tiempo la Cuaresma es un tiempo, no como dicen los jóvenes de bajonearnos, sino de animarnos a padecer con, compadecernos, eso es la compasión al estilo de Juan “El Evangelista”, escuchando los latidos corazón del Maestro, recibiendo el cuerpo yerto de Jesús, o estando con Jesús al pie de la cruz al estilo de María Santísima, también conocida como Nuestra Señora de la Compasión.
Que nos animemos a ser compasivos, a padecer con otros, a ponernos en el lugar de otro, a arrimar nuestro corazón para que lata en el pellejo de otro.
Que tengan un bendecido domingo y feliz día a todos los que lleven el nombre de Patricio o Patricia, al recordar hoy a San Patricio de Irlanda.
La Virgen de Luján los bendiga. Buen domingo.
(*) Atentado Embajada de Israel. 29 muertos, 246 heridos