Daniela Cúneo, vecina de Goldney, reclamó mayores medidas de seguridad en la localidad desde la banca participativa del Concejo Deliberante y recordó el asalto sufrido el sábado 26 de enero por su suegro, Amable Pombo, quien resultó duramente golpeado.
Cúneo expresó el lunes la necesidad de contar “con un patrullero permanente en el horario vespertino nocturno y hasta el amanecer” y “un protocolo de colaboración policial entre jurisdicciones para que no se burlen los maleantes y tampoco puedan huir tranquilamente”.
La vecina recordó que tras el asalto sufrido por su familiar, los delincuentes escaparon por el único acceso de asfalto al pueblo, que conduce a Olivera, en el partido de Luján. “Esperábamos que actuara el destacamento de Olivera pudiendo haberlos detenido rápidamente pero ni las cámaras funcionan”, se lamentó.
Cúneo señaló que en la emergencia llamaron al 911 pero les dijeron que correspondía que intervenga el Comando de Prevención Rural (CPR) de Mercedes y “en esa disputa sobre quién debía actuar los ladrones se fueron muy felices y tranquilos, beneficiados por tanta facilidad”. “¿Hay una sola salida y se escapan?”, se preguntó.
Esa noche, los asaltantes le pegaron a Pombo, de 86 años, “en la cabeza y en todo el cuerpo dejándolo casi inconsciente y al límite de la vida”. “Maniatado, indefenso, totalmente reducido y en el piso continuaban golpeando y pateandoló”, indicó.
“Casi dos meses después no tuvimos ninguna respuesta aunque hemos aportado pruebas a la Fiscalía”, puntualizó Cúneo y advirtió que “no es justo que una persona honesta, trabajadora y activa ahora pasa un post operatorio de un edema sub dural (operación cerebral)”.
La mujer, por último, destacó que «la Patrulla Rural hizo su trabajo»: «Ellos estuvieron con nosotros», valoró.