Ayer hemos tenido la memoria de la Fiesta de San Benito y se me olvidó saludar a todos los Benitos, así que valga hoy el saludo a todos los que llevan este nombre.
En el Evangelio de hoy, San Mateo, capítulo 10 versículos 15 al 23, Jesús, conociendo nuestro corazón, nuestra integridad y nuestro ser, se quiere adelantar: No teman, dice Jesús, sé que los envío como ovejas en medio de lobos.
El sabe que lo que vamos a anunciar no es lo que el mundo quiere escuchar. El común de las personas quiere oír otro tipo de mensajes. Lo que conocemos hoy como el éxito, el dinero fácil, la fama fácil, todo tiene precio, si te pegan devolvela, no seas tonto (cosa que decimos incluso a nuestros hijos).
Jesús nos viene a decir que sabe que es difícil lo que nos manda a decir, pero indica No teman, yo estoy con ustedes. Sean astutos como serpientes pero sencillos como palomas. Yo estoy con ustedes y se que los envío a un medio hostil pero no teman. Si no los reciben en algún lugar, vayan a otro lado para poder anunciar.
Qué bueno es poder saber que Jesús juega en este juego abierto, no nos manda a tientas. Sabemos que vamos a lugares de hostilidad. Habrá que tener demasiada desconfianza cuando nos sale todo tan fácil en nuestra vida apostólica o nos sale todo a pedir de boca. Como dice el dicho: Lo que el agua trae, el agua se lo lleva.
No temamos. El está con nosotros. Y hagamos todo –como decía San Agustín– como que todo depende de nosotros, pero esperemos todo, como que todo depende de Dios
Que la Virgen Santísima nos de un corazón confiado, y a no temer en la adversidad.