Por Ariel Dulevich Uzal. *
Ignacio Zuleta, en su columna de Clarín Económico, incurre en una información falsa, de toda falsedad, al expresar: “Raúl Alfonsín acorraló al radicalismo: intervino todos los distritos de la UCR que rechazaban el Pacto de Olivos y dividió otra vez al Partido”.
Si bien escribas inescrupulosos han convertido las “fake news” en práctica habitual, no es posible tolerar que la mendacidad llegue al extremo de intentar subestimar la personalidad del político más prestigioso y respetado del último medio siglo, popularmente reconocido como “Padre de la Democracia”.
Tuve el honor de acompañar la gestión del Dr. Alfonsín al frente del Comité Nacional, en carácter de Director de Relaciones Institucionales del Organismo –como antes en otras funciones en su Gobierno-, y puedo asegurar que es absolutamente inexacto que haya tomado entonces –antes o después-, la resolución que sin fundamento alguno le atribuye el periodista.
Una medida de la trascendencia e importancia a la que alude, en el marco de una agrupación cívica de casi un siglo de existencia, con cuadros orgánicos de conducción integrados a través de elecciones internas, y una honrosa tradición republicana y federal, hubiera generado de inmediato una reacción por parte de su dirigencia que lejos de pasar inadvertida, habría disparado una información de prensa con amplio espacio y significativos titulares; lo que no ocurrió, pues tampoco sucedió el supuesto episodio de marras.
Cabe deducir intencionalidad del autor, cuando asevera que Alfonsín “dividió otra vez al Partido”. Aquí la mentira cae en lo superlativo. Nadie como el Ex Presidente a través de su activo protagonismo militante, tuvo la virtud de unir y cohesionar a los radicales, alrededor de su liderazgo y una impronta aggiornada, que proyectada a la ciudadanía, le brindó un triunfo sin precedentes a la UCR, que marcó para siempre la etapa histórica de la recuperación de la democracia y el retorno al Estado de Derecho, sin solución de continuidad hasta el presente en la República.
Aún hoy desde la posteridad, Raúl proyecta su legado atemporal y nos convoca a todos los argentinos, a la unidad y la convivencia civilizada, tan ansiada en tanto transitamos una crisis política que profundiza la «grieta» de confrontaciones, agravios y rencores irreductibles.
(*) El doctor Ariel Dulevich Uzal es ex Subsecretario de Turismo de la Nación