El Evangelio de San Lucas capítulo 10 versículos 1 al 12, que estamos invitados a reflexionar hoy, jueves 3 de octubre, hace referencia directa a aquellos que siguen a Jesús y que no corresponden al grupo de los 12 pero que tienen alguna tarea evangelizadora.
Dice el Evangelio: “El Señor designó a otros 72 y los envió de 2 en 2 para que lo precedieran en todas las ciudades y pueblos a los que ellos después iban a ir”.
Nos está hablando de aquellos que no son discípulos directos, no son apóstoles, del grupo de los 12 que viven con Jesús, sino que lo hacen en sus casas, pero tienen una tarea evangelizadora. Es la tarea que cumplen hoy los laicos. Esto lo ha traído a colación Juan Pablo II cuando nos regalara hace unos años atrás una encíclica muy bonita: “Christi fideles laicis”.
En esta encíclica, “Los fieles cristianos laicos”, vuelve la Iglesia a hablarnos de la misión del laico, un tema que ha tratado mucho el Concilio Vaticano II, la Conferencia de Puebla, la Conferencia Latinoamericana en Santo Domingo y diferentes documentos que hacen referencia a la labor catequística y misionera que el laico tiene en su lugar cotidiano, de trabajo, donde está. Ese es el lugar propio de hacer presente el mensaje y la palabra de Jesús.
Qué bueno es que cada uno de nosotros, los que nos leen, pueda recordar su Bautismo, Primera Comunión y Confirmación, y a partir de allí recordar que también es responsable de encender la luz del Evangelio donde se mueve.
Que la Santísima Virgen acompañe a los laicos, los sostenga a e ilumine para dar testimonio de Jesús siguiendo las palabras de Jesús, que los envió, designó para que lo precedieran donde El iría luego.
Que la Virgen Santísima de Luján los bendiga en su lugar de trabajo, en donde se mueven, para que también allí sean luz.