Llegamos a este viernes en el que estamos invitados a reflexionar el Evangelio de San Lucas capítulo 10 versículos 13 al 16, en el que Jesús da algunas advertencias a esas ciudades que no han recibido el mensaje del Evangelio.
Seguimos en la temática del envío que estuvimos reflexionando ayer y antes de ayer. Jesús terminan diciendo en el Evangelio de hoy “el que a ustedes escucha me escucha a mí, el que a ustedes rechaza a mí me rechaza, el que los escucha a mí me escucha”.
Y la pregunta seria no tanto si somos escuchados, sino más bien si nosotros recibimos el mensaje de Jesús que escuchamos por medio de la Iglesia y los pastores instituidos por ella: la figura del Santo Padre, la del obispo, la de los sacerdotes, los catequistas, otros laicos que nos puedan acercar la Palabra de Dios.
¿Somos receptores, recibimos la Palabra de Dios que nos es dada, o somos meros oyentes porque tenemos la capacidad de oír, como quien puede oír llover?
Es menester no oír por tener oído sino escuchar, que implica una actitud interior de receptividad y de hacer el intento de ponerlo en práctica.
Quiera Dios que no solamente lo recibamos, lo oigamos, sino que lo acojamos y escuchemos las enseñanzas que El nos transmite por medio de su Iglesia y sus pastores.
Que la Virgen Santísima te acompañe en este viernes.