El Evangelio de hoy, de Lucas capitulo 13 versículos 22 al 30, es un consejo muy directo de Jesús. Dice concretamente traten de entrar por la puerta estrecha porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán.
¿A qué se refiere? ¿A ser estrechos de pensamientos, de ánimo, en nuestros modos, apocados, quedados? No, por el contrario, con la sagacidad de desear entrar en el Reino de los Cielos, pero ligeros de equipaje.
Esta expresión tiene que ver con el desprendimiento, animarnos a la modestia, la austeridad y la sencillez.
En este tiempo que corre parece que nos movilizamos por lo impactante y cada vez me convenzo mas que debemos inspirar mas que impactar.
Es bueno animarnos a dejar de lado esas cosas grandilocuentes que impactan, llaman la atención, sobresalen, nos distraen, en definitiva.
Qué en desuso parecen hacer caído virtudes domésticas como la sencillez, la modestia y la austeridad. Qué lejos están de la dejadez, del ser desecho, o del descuido o la tacañería. La austeridad es “con lo necesario me arreglo”. Lejos de la ostentación.
Esa máxima de San Martín: Que tenga aprecio al aseo y desprecio al lujo. Qué hermoso es tener esto como una bandera de nuestra vida.
Todas estas cosas que son un estilo de vida conforman el entrar por la puerta estrecha, y a esto estamos invitados. A entrar ligeros de equipaje, tomando lo que es importante, y todos los chirimbolos, adornos y otras cosas que ocupan lugar dejarlas, desprendernos, ir ligeros de equipaje parea poder entrar por la puerta estrecha.
Que la Virgen Santísima de Luján nos acompañe, proteja y bendiga.