El concejal Carlos Milhomme, del Frente Renovador – PJ, trabajó mucho en estos 8 años en que tuvo dos mandatos como concejal representando los votos de la gente, con sus convicciones, sosteniendo su postura, dando opinión en casi todas las sesiones.
Presente, involucrado. Farmacéutico de profesión y oficio, Milhomme ahora tiene más responsabilidades por delante en lo que tiene que ver con la conducción de la Cooperadora del Hospital Blas Dubarry. Siempre pensando en el otro.
-¿Sentiste que en este paso tuyo por el Concejo Deliberante pudiste hacer algo por los demás?
– Si no hubiese sido así me habría ido rápidamente. Tuve muchos errores por lo que pido disculpas, como también pido disculpas por lo que no pude hacer. Pero reafirmo que lo que hice fue con convicción y honestidad intelectual, defendiendo una postura y convicciones que pertenecen a la Agrupación 17 de Octubre y a ser vecino de la ciudad de Mercedes. Trabajé y trabajo por ello y aquí en la ciudad está lo más importante que tengo que es mi familia, y así considero a la familia de cada vecino. Me voy con la absoluta convicción y alegría de haber trabajado en política y termina una etapa para iniciar otra.
– ¿La política para vos es una herramienta?
La política es la única herramienta valiosa, verdadera y genuina para transformar la vida de cada ciudadano. Reivindico el trabajo de los concejales, en la política, y este ámbito de trabajo me apasiona. En estos últimos dos años tuve que estar presente en todas las comisiones siendo un solo concejal en mi bloque. Presenté más de 100 proyectos en dos años y eso me estimula para que a partir del 11 de diciembre continúe pensado y revalorizando el trabajo en política. Y destaco a muchas personas que sin tener un cargo ayudan mucho a la resolución de problemas.
– ¿Qué te motivó a trabajar en estos años?
Quiero dejar el mismo pensamiento que defendí el primer día, que llegué con mi experiencia de vida. Esas realidades que uno ve día a día de nuestros pares, sean nuestros conocidos o no, son las que nos llenan de sueños y nos imponen el compromiso de que nada es imposible. Eso es clave. Para mí es una alegría venir a trabajar acá, generar un ámbito de trabajo, sentirme parte del Estado y terminé siendo un bloque opositor de lo que elegí hace 4 años. Me siento orgulloso por la idea representada de defender una postura. Me he opuesto en muchos casos a proyectos del oficialismo y en otros de la oposición. He colocado una tercera posición y muchas veces las posturas que estaban pre establecidas se modificaron desde el debate con un solo concejal pero con fundamentos de trabajo. Por eso me voy con una alegría enorme, sintiendo que la política es un camino del que ya no me puedo alejar. Y con muchas expectativas, ilusiones y sueños.
Yo a los compañeros de trabajo siempre les deseo lo mejor, lo más importante es la familia y un cargo no puede modificarte lo que defendés cuando hablás con tus hijos en la mesa. Ojalá haya colmado las expectativas de la ciudad y sigo en absoluta disposición con la tarea que emprenda o me toque. La ciudad me dio todo y por eso es importante entregar mi trabajo a ella. Mercedes me ha permitido tener la satisfacción de poder legislar por ella.
– Y ahora en el Hospital Dubarry te estás involucrando en nuevos desafíos.
Es un desafío maravilloso. Yo viví siempre el Hospital a poco de mi casa, en mi barrio. Y ahí despedí a mi madre, ahí llegue cuando tuve algún accidente, conocí el viejo Hospital cuando estaban las monjas, y tengo mucho amor por el Hospital. Como en mi tarea de concejal, que me tildaban de idílico, emprendo la tarea en el Hospital de la misma manera, con muchos sueños por realizar. Cuando uno pone garra los sueños se realizan, no desde lo personal sino desde lo colectivo.
El único trabajo es el colectivo, en sociedad, y jamás debemos olvidarnos que somos los demás de los demás.