La tradición de la Iglesia toma en este viernes 3 de enero celebrar el Santísimo Nombre de Jesús. Volvemos al Evangelio de Juan, capítulo 1 versículos 29 al 34, donde Juan El Bautista –se nos relata– estando con sus discípulos ve llegar a Jesús y dice “Este es el Cordero de Dios”, él lo señala. “El es el que quita el pecado del mundo”.
La ternura de la Iglesia nos lleva a celebrar este día del Santísimo Nombre de Jesús, como tal. Pero en realidad este Jesús ya no es más ese chivo al que se le colgaban cintas rojas y se lo enviaba al desierto, el famoso chivo de la expiación, sino que es el cordero. Es el que no abre la boca cuando es llevado al matadero.
Juan El Bautista se anima a predecir lo que va a suceder cuando Jesús asuma el pecado de la humanidad y se convierta en redención para todos, por su muerte redentora.
Al celebrar hoy el Santísimo Nombre de Jesús, lo hacemos recordando que es el Agnus Dei. Es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.
Que no nos embrollemos, aturdamos, con tanta celebración y perdamos de vista lo que estamos celebrando. Es la Palabra que se ha hecho Carne. El cordero que va a inmolarse para que tengamos vida, y vida en abundancia.
Que así vivamos esta instancia de la Navidad.