La Cámara Económica Mercedina (CEM) continúa trabajando en la elaboración y presentación de diversas medidas para mitigar el costo laboral, económico, financiero e impositivo de todos los sectores como consecuencia del impacto económico que tiene y tendrá la propagación del virus COVID-19 y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio decretado por el gobierno nacional para el país.
“Acompañamos las medidas sanitarias tomadas por el gobierno, estamos de acuerdo que la salud es los más importante. Pero también estamos preocupados por el día después y la repercusión que tendrá en la economía del país y de la ciudad”, dijo el Presidente de la CEM, Mario Dimaro. “Es así que reclamamos otro tipo de medidas para salvaguardar el entramado económico productivo de nuestro sector”, agregó.
En este sentido, la CEM está trabajando en conjunto con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Cámara Argentina de Comercio y Servicio (CAC) y la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) en reuniones en formato virtual, con el fin de analizar los escenarios posibles tras la salida del aislamiento obligatorio y las consecuencias económicas en el país y en el mundo.
“En algún momento esta pandemia va a finalizar y el día después tiene que reactivarse el país. Para reactivar el país de la mejor manera tenemos que preservar también la salud y la vida de los comercios de todos los sectores empresariales”, resaltó Ariel Pietrucha, Gerente de la Cámara Económica Mercedina.
Algunas de las problemáticas más urgentes que están planteando los comercios y PyMEs de nuestra ciudad, es el pago de sueldos y la posibilidad de cubrir los cheques ya emitidos a proveedores. En este contexto, se propusieron diversas medidas económicas, entre las que se destacan: préstamos a tasa cero, interrupción del pago de alquileres mientras los negocios estén cerrados, así como la reducción en impuestos, tasas y derechos locales que afecten directamente al sector productivo.
“Según la CAC, las actividades de Comercio y Servicios que están paralizados emplean formalmente a tres millones de personas y los comercios cerrados son un 70%. Uno de los posibles escenarios es que el 5% de esas empresas quiebre, dejando 125 mil nuevos desocupados en el país, que se sumarían al 1,2 millones que ya hay. Por eso debemos ser previsores, tomando las medidas adecuadas con antelación, para así evitar que esto suceda. Estamos conversando con otras Cámaras para plantear medidas que ayuden a paliar lo que viene después”, agregó Dimaro titular de la CEM.
Desde la entidad, destacan el diálogo abierto y permanente con todas las partes involucradas tanto a nivel nacional como local y se espera que en los próximos días se implementen las políticas adecuadas para moderar el impacto económico en las PyMEs y comercios.