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Scheinig: “Lo primero que hace Jesús Resucitado es levantarnos”

Esta Semana Santa tuvo varias celebraciones, siempre en el ámbito privado de las iglesias cerradas pero con transmisiones a través de las redes sociales.

Por caso se destacaron las homilías del Arzobispo Jorge Eduardo Scheinig en la Solemne Vigilia Pascual del sábado 11, en la Catedral de Mercedes, y la de hoy a las 19 hs, Domingo de Pascua, cuando presidió la Eucaristía en la Basílica de Luján.

En la homilía del Arzobispo Scheinig, en la Solemne Vigilia Pascual que presidió este sábado 11 de abril en la Catedral Metropolitana  Basílica Nuestra Señora de las Mercedes, sostuvo que “lo primero que hace Jesús Resucitado es levantarnos”, entre otros aspectos.

“Durante la cuaresma,  que en esta ocasión además se transformó en cuarentena, en esta situación tan compleja, tan difícil del mundo, nos veníamos preparando para celebrar la Resurrección, porque eso nos da esperanza. Esta noche, esta vigilia, es una celebración muy antigua de la Iglesia, porque los cristianos esperaban el domingo, el domingo pascual, pero entonces no era solo el domingo, era  la víspera del domingo, amanezcamos celebrando su resurrección”, dijo Scheinig este sábado.

“La vida moderna nos hace adelantarla, pero es una liturgia para entrar en el domingo, rezando, esperando el domingo sin ocaso, una liturgia que tiene cuatro momentos muy llenos de signos: el que vivimos de entrada, la luz, el fuego, Cristo vence la oscuridad, la oscuridad de la muerte, la oscuridad  del pecado, la oscuridad del mal. Cristo es luz. Ese hermoso cirio que tenemos ahí es significativo del Cristo luminoso, que lucha contra las fuerzas oscuras y le gana. Cristo es luz, está vivo”, sostuvo.

“La liturgia de la Palabra que nos ha llevado a recorrer desde el génesis, esta primera alianza que Dios hace con la vida, con nosotros. Dios es el Creador, el que nos regala la vida, dan ganas de aplaudir a este artista que hizo un mundo tan bello, tan lindo. Y el pueblo de Dios, el pueblo elegido, a quien él iba a ir revelándose, le iba a ir mostrando quien  es él, y ese pueblo fiel e infiel, amigo de Dios y pecador, la historia de un pueblo que también nos va hablando de la vida. Nosotros leímos el Antiguo Testamento a oscuras, después la epístola de Pablo, cantamos el Gloria  y el Evangelio, e hicimos significar esta Luz que es Jesucristo en medio de su pueblo y en la historia de la salvación”, agregó Scheinig.

En ese contexto procedió a bendecir el agua. “Después compartiremos el pan y el vino, lo que nos enseñó a hacer Jesús, la comida donde él está. Eso no es pan, eso no es vino,  es el cuerpo y la  sangre del Señor.  Toda una liturgia que nos habla de que Cristo está vivo, Cristo es el viviente y nos da vida. Cristo venció la muerte y todas las consecuencias de la muerte y nos da vida, no después, ahora”, dijo el Arzobispo.

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