Entre las vías del Ferrocarril Belgrano, la Ruta 41 y la Avenida 40 supo existir no mucho tiempo atrás una cava, pegada a la misma un basural clandestino que supo ser clausurado. Fue entonces que desde el Club Estudiantes se solicitaron los permisos para montar allí un anexo, justo enfrente de donde está el predio Roberto Quintillán.
Hoy el sitio se muestra limpio, con trabajos de suelo que se realizaron como también la instalación de riego artificial. Todo encarado por la Subcomisión de Fútbol y la dirigencia del “Pincha” que ha tenido el aporte del municipio, utilizándose también las ganancias a partir de estar en eventos celebrados en la ciudad.
Poco antes de la pandemia lo que se iba a transformar en una cancha de fútbol se ha visto demorada, por delante queda la colocación de los arcos y la marcación. Para un futuro que no tiene fecha al momento queda la construcción de un SUM. Mientras tanto podrá ser utilizado para entrenamientos una vez que se los permita.