, gerente de la sucursal Mercedes de La Anónima, encabezó esta mañana la entrega de más de 200 mil pesos en mercaderías a la Secretaría de Desarrollo Social para ser distribuido entre familias y comedores de la ciudad. Se trata de la segunda donación en el marco de esta pandemia de coronavirus que azota al mundo y en la ciudad tiene a muchos asistidos, entre ellas nuevas familias que nunca antes habían recurrido a esta ayuda.
«En estos momentos hay mucha gente que está recibiendo tristemente por primera vez ayuda alimentaria», sostuvo la secretaria de Desarrollo Social de la comuna, Jorgelina Silva, y agradeció la ayuda brindada en este sentido por segunda vez por parte del supermercado ubicado en la avenida 40.
Esta clara acción de responsabilidad social empresaria fue detallada por el gerente Gismondi. «Sin dudas este es un pequeño granito de arena que pone La Anónima en cada localidad en que está presente, y hoy le toca a Mercedes por intermedio mío. Esperemos que sea de ayuda para el municipio. Son insumos de la canasta básica, como yerba, aceite, mermeladas, arroz y cosas de primera necesidad», explicó.
«Nosotros estamos complementando nuestro programa alimentario, que se incrementó en 1500 familias nuevas que comienzan a pedir alimentos. Es gente que nunca antes había pedido ni tenido una necesidad, lo que para nosotros es un nuevo universo de trabajo y una nueva acción. Así que este tipo de donaciones del sector privado nos ayudan un montón», resaltó la funcionaria municipal Jorgelina Silva. «De esta salimos todos juntos, por eso agradecemos a La Anónima los insumos, que nos van a servir para acompañar acciones cotidianas como la entrega de alimentos secos o la entrega de pan», explicó Silva.
En tanto, Gismondi remarcó que «en cada sucursal» de La Anónima se hacen acciones similares, y que en Mercedes están trabajando con muchos recaudos para evitar la posibilidad de contagios y respetan todos los protocolos sanitarios. «Esto se actualiza día a día porque la pandemia así lo requiere, se toman todas las precauciones y hacemos sanitización cada media hora de los sectores más utlilizados», dijo. «Se recibe a los clientes en la puerta y se respeta la distancia. Hacemos todo lo que podemos para evitar un mal mayor, e incluso al personal le cambiamos el horario para que estén menos en contacto con la gente y cumplimos todas las recomendaciones», aseguró el gerente Gismondi.