Por Juan José Domínguez – Ignacio Corral – CHEQUEADO.COM
Circula en Facebook y llegó en reiteradas ocasiones al número de WhatsApp de Chequeado (54 9 11 3679-0690) un artículo titulado: “Médicos italianos desobedecen la orden de no realizar autopsias y descubren que el protocolo de la OMS empeoraba gravemente a los enfermos”. Pero lo cierto es que en la guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre “Prevención y control de infecciones para la gestión segura de cadáveres en el contexto de la COVID-19” las autopsias no están prohibidas, tampoco por el Ministerio de Salud italiano, y que el “protocolo” al que aluden en la desinformación está referido al uso de respiradores mecánicos, respecto del cual los supuestos especialistas italianos aseguran que “no solo resultan ineficaces sino contraproducentes, acelerando el proceso degenerativo del paciente”. Todo eso es falso.
También es falso que la enfermedad respiratoria que causa el coronavirus SARS-CoV-2 en vez de una neumonía sea una trombosis pulmonar: lo cierto es que sí puede provocar trombosis pero de manera adicional.
“Médicos italianos desobedecen la orden de no realizar autopsias y descubren que el protocolo de la OMS, basado en las recomendaciones de China, empeoraba gravemente a los enfermos. Miles de muertes en todo el mundo pudieron haberse evitado”, dice la desinformación. Y agrega: “Tenemos como antecedente el devastador hecho de Estados Unidos, el 80% de los pacientes con coronavirus de Nueva York que reciben ventiladores (respiradores artificiales) finalmente mueren, y algunos médicos ya están tratando de dejar de usarlos”.
Según datos de CrowdTangle, la herramienta que permite medir la viralización de un contenido en redes sociales, la nota fue compartida más de 5 mil veces.
¿“Simple tratamiento”?
En relación con los perjuicios de la COVID-19, la desinformación dice que en Italia “descubrieron que los exosomas producían, NO una neumonía, sino pequeñas coagulaciones en la sangre que derivaban en la obstrucción de los capilares del pulmón, dificultando la oxigenación (sic)” y que “un simple tratamiento de anticoagulantes permitió el alta de 20,000 personas en 48h” (sic).
Sin embargo, el coronavirus SARS-CoV-2 no es un exosoma, como se explicó en esta nota de Chequeado, y los exosomas no tienen ninguna vinculación con la COVID-19, ya que esta es ocasionada por un virus que tiene una composición totalmente diferente.
Acerca de “las pequeñas coagulaciones”, la desinformación indica que lo recomendado sería un tratamiento de anticoagulantes, que permitió el alta de 20 mil personas en dos días. Sin embargo, según la OMS, “aunque están en marcha varios ensayos de medicamentos, hasta el momento no se ha demostrado que la hidroxicloroquina ni ningún otro fármaco puedan curar o prevenir la COVID-19”.
Además, como se explicó en esta nota de Chequeado, la cura a la COVID-19 aún no fue descubierta aunque se realizan numerosos ensayos en distintos países. Y la desinformación sobre la supuesta coagulación de la sangre producida por la enfermedad del coronavirus SARS-CoV-2 ya circuló en otras ocasiones y fue desmentida por Chequeado en esta nota.
Neumonía con trombosis, no sólo trombosis
La OMS señala que alrededor de 1 de cada 6 personas con coronavirus desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultades para respirar. En estos casos severos de neumonía, algunas investigaciones sugieren que el virus también puede causar una complicación como la trombosis (formación de coágulos) pulmonar. De manera tal que no es, como dice la desinformación, que la COVID-19 produce una trombosis pulmonar en lugar de una neumonía.
Además, un estudio de la Universidad de Cagliari, Italia, basado en una investigación previa hecha con 138 pacientes hospitalizados por coronavirus en la ciudad china de Wuhan, se determinó la presencia de signos de trombosis en el 71% de los fallecidos. Los investigadores concluyen que, así como enfermedades virales como el Ébola pueden inducir trombosis pulmonares, el SARS-CoV-2 podría ser capaz de hacer lo mismo y, a su vez, esto complique aún más el curso de la neumonía.
Daniel Stecher, jefe de Infectología del Hospital de Clínicas, explicó a Chequeado que “la trombosis es un fenómeno común a muchas enfermedades, y la COVID-19 no es una excepción”. “Esto quiere decir que además de muchas manifestaciones clínicas y patológicas se agrega la trombosis”, señaló.
Confusión por las autopsias
La nota desinformante adjunta una circular con el sello del Ministerio de Salud de Italia, que supuestamente ordena la no realización de autopsias a los pacientes fallecidos por COVID-19. Pero se trata de una mala interpretación del texto.
Tal como lo aclaró la versión italiana de la revista Wired, no es cierto que el Ministerio de Salud italiano haya prohibido las autopsias a los muertos de COVID-19. En una traducción al español, la circular indica: “Durante todo el período de la fase de emergencia, las autopsias o los hallazgos de diagnóstico no deben llevarse a cabo en casos completos de COVID-19, tanto si murieron mientras ingresaron en una sala del hospital como si murieron en su hogar”.
Sin embargo, la traducción de non si dovrebbe (no deben) no corresponde a una prohibición sino a un condicional equiparable al “no deberían”. La recomendación está basada en obtener todos los elementos de protección y protocolos necesarios para preservar la salud de quienes lleven a cabo la autopsia ante el desconocimiento de las posibilidades de transmisión del nuevo virus.
De hecho, el siguiente párrafo de la circular indica: “La autoridad judicial podrá evaluar, en su propia autonomía, la posibilidad de limitar la evaluación a la inspección externa del cadáver solo en todos los casos en que una autopsia no sea estrictamente necesaria. Del mismo modo, los departamentos de salud de cada región darán indicaciones destinadas a limitar la ejecución de los hallazgos de diagnóstico solo a los casos destinados a diagnosticar la causa de la muerte, limitando al mínimo los que se realizarán por razones de estudio y estudio”.
En la Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación señala que “los pacientes fallecidos por COVID-19 todavía pueden contener partículas virales viables en los pulmones y otros órganos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias durante los procedimientos que generan aerosoles de partículas pequeñas” y que, por ello, “en general se recomienda no realizar autopsia a los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19, ya fuesen casos clasificados como caso en investigación, probable o confirmado, salvo indicaciones clínicas fundamentadas”.
“Si la autopsia se considera realmente necesaria y se puede garantizar que ésta se realiza en un ambiente seguro se podrá llevar a cabo, cumpliendo las recomendaciones respecto al equipo de protección individual y la minimización de la producción de aerosoles. Se deben seguir los protocolos de descontaminación, mantenimiento y eliminación de residuos utilizados habitualmente para otro tipo de microorganismos con el riesgo de propagación y mecanismo de transmisión similar”, dice la cartera que conduce Ginés González García.
A su vez, en relación con la supuesta ineficacia de los respiradores, estos equipos se convirtieron en el recurso técnico médico más crítico de la pandemia, como “soporte de vida”, junto a las bombas de infusión y el monitor, y son considerados clave para la atención de pacientes graves de COVID-19, según se explica en esta nota de Chequeado.
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