El diputado nacional Carlos Selva calificó el bombardeo a Plaza de Mayo como “una de las fechas más nefastas de la historia”. Lo hizo en declaraciones a Radio LV11, de Santiago del Estero, en referencia a uno de los acontecimientos más negros de la historia ocurrido un 16 de junio del 1955, y en el marco de un programa de la emisora en un nuevo aniversario de ese luctuoso hecho.
El programa “Actualidad Política” dialogó con el diputado del Frente Renovador: “Es una de las fechas más nefastas de la historia de los golpes militares. Más allá del proceso de la noche más negra de Argentina, que fue del 76 al 82, pero lo real que este atentado al pueblo, porque esto, más allá de que el objetivo era matar a Perón, fue un grado de desprecio por el ciudadano, porque ahí los que pasaban no estaban militando, ni siquiera yendo a ningún acto, sino que eran simples transeúntes que circulaban nada más ni nada menos que por delante de la Casa de Gobierno de la Argentina”, dijo Selva.
“Fueron masacrados”, señaló. “Fue un golpe muy duro para la historia de muchos de los que se llenan la boca con la democracia, no hablo de las fuerzas militares golpistas y todo ese proceso que siempre fue incentivado por las grandes potencias extranjeras, que no solamente se producían los golpes militares en Argentina, sino en toda Latinoamérica como un tema de subordinación y lamentablemente se sublevaban los que llevaban la vestimenta militar: deshonraban el juramento a la patria y a la bandera”.
“Lo real es que también hay una historia muy pesada para algunas de las fuerzas, que uno sabe que han sido importantísimas en la historia argentina, como es el radicalismo. En ese momento no se expresó, creo que 20 días después, con un comunicado muy light, hablando de la democracia y de las instituciones y de la sangre derramada. Y eso le pesa a la historia, lamentablemente, del radicalismo, así que en ese sentido uno no puede vivir de los rencores, pero creo que sería otro acto de traición a la patria no analizar los momentos más traumáticos de la historia argentina”, remarcó entre otros aspectos el mercedino Carlos Selva.
El bombardeo de la Plaza de Mayo o masacre de la Plaza de Mayo fue un bombardeo y simultáneo ametrallamiento aéreo ejecutado el 16 de junio de 1955 en la ciudad de Buenos Aires. Ese día, un grupo de militares y civiles opuestos al Gobierno del presidente Juan Domingo Perón intentaron asesinarlo y llevar adelante un golpe de Estado y, si bien fracasaron en su propósito, durante el mismo varios escuadrones de aviones pertenecientes a la Armada Argentina, bombardearon y ametrallaron con munición aérea de 20 mm, la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, así como el edificio de la CGT (Confederación General del Trabajo) y la entonces residencia presidencial, matando a más de trescientas ocho personas e hiriendo a más de setecientas, entre civiles y militares, en el bombardeo y los combates que siguieron.
Perón se había retirado al Ministerio de Guerra ―ubicado a doscientos metros de la Casa Rosada―, por lo cual no se encontraba en ella al comenzar los ataques aéreos y el intento de asalto por fuerzas de tierra. El ataque fue caracterizado por un alto grado de violencia y odio político-social, así como por la impunidad de los responsables decretada por la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que tomó el poder tres meses después. Se lo vincula con el terrorismo de Estado, aparecido años después en el país.