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Obras en el Río Luján: ambientalistas advierten riesgos

Barrio San Sebastián, construido en la planicie de inundación del río Luján, Partido de Pilar, a través del relleno de más de 600 has de humedales

La Red del Río Luján, entidad que como asociación civil SOS Hábitat integra, emitió un documento con el que quiere advertir sobre las próximas obras hidráulicas a realizarse en el río Luján y sus potenciales riesgos.

“En el año 2011 la provincia de Buenos Aires, a través del Ministerio de Infraestructura, resolvió la realización de un estudio de la cuenca del río Luján cuya finalidad era establecer un Plan Maestro de obras y de gestión de la cuenca a fin de resolver el problema de las inundaciones. Sin embargo, este Plan carece de una mirada integral y no ha considerado varios aspectos que venimos denunciando desde su elaboración”, indicaron.

Entre estos aspectos remarcaron que se descartó, desde sus inicios, “la posibilidad de evaluar los beneficios de preservar y restaurar los humedales de la cuenca: cuando esta alternativa ya desde hace muchos años está siendo elegida en el mundo desarrollado por sus mayores beneficios frente a los planes exclusivamente hidráulicos”.

“Así, se seleccionaron obras hidráulicas y se descartó la preservación de los humedales que son bienes públicos que benefician a la sociedad en forma gratuita con sus servicios ecosistémicos, tales como protegernos de las inundaciones, recargar los acuíferos que abasten a millones de hogares, purificar la calidad del agua, reducir el cambio climático pues absorben los gases que lo producen, etc”, sostuvieron.

“Las obras de modificación del cauce (ensanche y rectificación) impactarán en importantes áreas de conservación como son la Reserva Municipal de Pilar, donde se iniciará la primera obra de este tipo, y el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos que se encuentra aguas abajo, amén de otros humedales de la cuenca, ya sea porque serán eliminados o degradados”, apuntaron.

Además plantearon desde la Red que no se considera la eliminación de las causas que provocan las inundaciones, “como por ejemplo los canales artificiales para evacuar cientos de campos en la cuenca alta, que incrementan repentinamente el caudal del río en las crecientes. Ni tampoco el relleno y ocupación ilegal de miles de hectáreas de tierras de dominio público de la llanura de inundación del río Luján, principalmente por parte de barrios privados. Estos, no sólo reducen el paso del agua durante las crecidas, sino que algunos de ellos están modificando el transporte de sedimentos del río que se han comenzado a depositar en su llanura de inundación y cauce, reduciendo su capacidad de almacenar y conducir el agua de futuras crecientes”, opinaron.

“Para el diseño de estas obras hidráulicas se consideró la inundación del 2014 durante la cual, en la localidad de Luján, el río alcanzó una altura de 5,32 metros. Se descartaron otras inundaciones mayores, como la de los años 1985 (6,4 metros), las de 1913/1914 (8,84 metros) y la de 1895 (9,05 metros). Si la crecida es muy grande, como las ya registradas, superará las medidas del diseño de obra y, al desbordar lo hará con una enorme velocidad que puede arrasar con todo, no sólo afectando a la cuenca baja sino a la propia cuenca media, que vivirá una falsa sensación de seguridad porque la obra no puede garantizar que sacará toda el agua en cada evento”, objetaron.

Ruta Nacional 9, Km 57, bloqueada por la inundación de noviembre de 2014

“Las obras y su orden de realización se han ido modificando generando nuevos riesgos:  según el plan original primero se realizaría la ampliación de puentes viales y ferroviarios (para eliminar taponamientos); segundo las de ensanchamiento y rectificación de unos 50 km del curso natural del sinuoso río Luján (para acelerar el escurrimiento de las aguas) y tercero las de retención temporaria de excedentes hídricos (grandes reservorios temporales para disminuir el caudal durante las crecientes). Este orden fue modificado, acentuando las deficiencias del plan original. En breve se ejecutarán las obras de ensanchamiento y rectificación y no se harán las obras de retención temporaria de los excedentes hídricos. Tampoco se amplía el puente de la Ruta Nacional N° 9 y, por problemas contractuales, no están aseguradas las obras de ampliación de los puentes ferroviarios (Mitre, Belgrano Norte y Urquiza) que se encuentran en la cuenca baja (Pilar, Exaltación de la Cruz, Escobar, Campana). Eliminar estos taponamientos resulta esencial antes de realizar la obra de rectificación que traerá más rápido el agua a la cuenca baja.  Tampoco está resuelta la financiación de los puentes viales e incluso se está pensando en modificar el emplazamiento y reducir el tamaño de la ampliación de un puente vial (menor de lo previsto originalmente) en la localidad de Luján, sin ninguna justificación aparente”, señalaron.

“No es la primera vez que se dan marchas y contramarchas con las obras. La primera que se ejecutó (año 2018) fue la ampliación del canal Santa María en el Delta del Paraná (Partido de Campana), para desagotar los excedentes hídricos de la cuenca del Luján. Esta obra, muy cuestionada pues resulta inútil durante buena parte del tiempo cuando los niveles del Paraná son superiores y entra agua en vez de salir, se pretendió modificar sin justificaciones hidráulicas ni ambientales. Como están planteadas las obras, se drenarán las aguas de la ciudad de Luján para acumularlas en la cuenca baja. Las obras de rectificación del río Luján, no sólo dañarán irreversiblemente los humedales, sino que incrementarán su caudal y con ello la rápida acumulación de agua en la cuenca baja. Se podrían ver afectados vecinos de Pilar, de Campana y Belén de Escobar, tierras productivas de estos partidos y de Exaltación de la Cruz, así como también aumentarían las posibilidades de cortes en la Ruta Provincial N° 4 y las Rutas Nacionales N° 8 y N° 9”, indicaron los ambientalistas.

“Toda esta situación se agrava porque las obras de este plan carecen de legalidad, pues debían ser expuestas a la comunidad a través de audiencias/consultas públicas según lo estipula la Ley General del Ambiente N° 25.675. Esta convocatoria se omitió, y con ello, se evitó dar participación a la ciudadanía, ignorando no sólo a los vecinos afectados por las obras sino a la comunidad científica que ha sido crítica de las obras de rectificación. Tampoco se ha terminado de conformar el Consejo Consultivo, espacio para la participación pública que es parte del Comité de Cuenca del río Luján.

Frente a los potenciales riegos de este Plan, exigimos la paralización de cualquier obra hasta tanto no se realicen las audiencias públicas para las obras previstas y se conforme el Consejo Consultivo”, completaron.

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