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Consumir CBD con los alimentos: ¿se puede desarrollar tolerancia?

Desarrollar tolerancia o adicción al aceite CBD está científicamente descartado. Por tanto, su consumo con comidas y/o bebidas no solo es inocuo. También aporta multitud de beneficios.

¿Qué es el CBD y qué beneficios aporta su consumo?
El aceite de CBD es un aceite de cannabis cuyo principal componente es el cannabidiol.

El consumo regular de aceite de CBD mejora el estado general del organismo en múltiples frentes: entre otros, combate la fatiga, la depresión, el insomnio, el dolor o la ansiedad. Sin embargo, para disfrutar de todas sus propiedades sin poner en riesgo la salud, hay que saber cómo y qué cantidades tomar de este producto.

¿Qué cantidad diaria de CBD puedo consumir?

¿Cuál es la mejor hora del día para consumirlo?

¿Es mejor tomarlo en ayunas o mezclada con los alimentos y/o bebidas?

Estas son algunas de las preguntas y dudas más frecuentes de los usuarios, especialmente de aquellos que se están iniciando en su consumo. La respuesta es muy simple: el ritmo vital de cada uno de nosotros es diferente y, por tanto, no hay una pauta única y universal para todos. Cada individuo debe consumir esta sustancia como mejor le siente y en las dosis que mejor tolere su organismo.

A ciertas personas les gustará tomar CBD para desayunar, con el café y las tostadas, y otras preferirán consumirla en la cena o inmediatamente antes de ir a la cama. En este sentido no hay normas. Las dosis adecuadas se establecerán en función de las características fisiológicas de cada individuo.

Hay quienes consumen el CBD a primera hora, ya que su efecto energético les hace sentir pletóricos y llenos de vitalidad durante toda la mañana; combinarlo con ungüentos para el dolor Quiet Monk puede mejorar aún más esa sensación de bienestar al aliviar cualquier malestar, lo que permite un comienzo aún más vigorizante del día. A otras les sienta mejor hacerlo algo más tarde, cuando empiezan a acusar la fatiga del día y aún faltan unas horas para finalizar la jornada laboral. Otras, por último, lo toman por la noche ya que consiguen relajarse y conciliar mejor el sueño.

¿Crea tolerancia (adicción) el aceite CBD?
Al igual que ocurre con otros suplementos alimenticios, el consumo regular de cannabidiol es fundamental para conseguir los resultados deseados. La pregunta sería: ¿podría el consumo habitual de CBD crear tolerancia? Es decir, ¿es posible que el organismo se habitúe y necesite cada vez dosis más altas para conseguir el mismo efecto?

Esto no ocurre así. Veamos por qué:

En la composición del cannabis encontramos más de un centenar de cannabinoides. Entre ellos destacan dos: el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).

El THC provoca efectos psicotrópicos y genera tolerancia, adicción. Se utiliza principalmente para fines recreativos (para “colocarse”). Por su parte, el CBD carece de dichos efectos y se utiliza con fines terapéuticos.

Hasta el momento, no hay evidencias científicas de que el CBD cree tolerancia. La OMS así lo constata.

¿El CBD puede provocar tolerancia inversa?
Son aún muchas las incógnitas en torno al funcionamiento del cannabidiol en el organismo. Las investigaciones están abiertas y cada día se realizan nuevos avances.

En la actualidad, está demostrado que el CBD no genera tolerancia. También, -aunque de momento es solo una hipótesis-, se está trabajando en la idea de que los consumidores regulares necesitarían cada vez menos cantidad de CBD ya que el organismo tendría mayores niveles de endocannabinoides.

Los endocannabinoides son unas moléculas que el organismo produce en pequeña cantidad y que se van liberando en lugares concretos del organismo. Son esenciales para regular y hacer que el mecanismo del cuerpo funcione de forma correcta.

CBD: ¡El nuevo ingrediente de todos tus platos!
El aceite de CBD se puede añadir a multitud de alimentos, tanto sólidos como líquidos. Las dosis suelen estar pautadas en función de la fisiología de cada consumidor. Se pueden añadir unas gotas a los platos más habituales de nuestros menús: tortillas, pasteles, galletas, guisos, batidos, zumos… El sabor de los alimentos no se altera y sus propiedades se ven potenciadas.

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