Desde la 0 hora de este lunes se inició la primera jornada de protesta con cese de comercialización de cereales y oleaginosas ante la suspensión de las exportaciones de maíz durante enero y febrero de 2021 por parte del Gobierno Nacional.
La medida que se realiza por 72 horas fue convocada por tres de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace (CRA, FAA y SRA). El 30 de diciembre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca suspendió temporalmente el registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior de maíz. Y ayer se anunció la reapertura de la exportación.
En la madrugada de este lunes el Ministerio de Agricultura comunicó la reapertura parcial del Registro de Exportaciones de maíz por un volumen de 30.000 toneladas diarias, lo que representa 1,05 millones de toneladas hasta el 1 de marzo, sobre un stock remanente de casi 8 millones de toneladas.
“Creo que la medida de fuerza es la única alternativa que encontró el sector para expresar su descontento no solo con el cierre de los registros de exportación de maíz, sino con todas las medidas que se vienen adoptando desde que asumió este gobierno”, dijo por su parte el productor y dirigente local de la Coalición Cívica, Martín Bossi.
“Esta última medida no resiste ningún análisis. Dijo el Gobierno que la tomaba para asegurar el abastecimiento de la materia prima para quienes la utilizaban (producciones avícolas, porcinas, bovinas, etcétera), pero en la Argentina nunca faltó maíz. De hecho la campaña pasada por primera vez en 20 años se produjo más maíz que soja, lo que demuestra o bien un desconocimiento total del sector, o bien que estas medidas no tienen absolutamente nada que ver con el abastecimiento y tienen mucho más que ver con una cuestión ideológica y la intención de disciplinar al único sector con el cual no han podido hacerlo y que es además hoy en día el sector más productivo y que más aporta al PBI del País”, indicó Bossi, para quien con este tipo de medidas lo único que se consigue, “como con todas las que regulan las actividades privadas, es la desinversión y por ende la disminución de la producción”.
«Esta última medida no resiste ningún análisis. Dijo el Gobierno que la tomaba para asegurar el abastecimiento de la materia prima para quienes la utilizaban (producciones avícolas, porcinas, bovinas, etcétera), pero en la Argentina nunca faltó maíz»
“Las políticas de este gobierno desde que comenzó su gestión fueron pésimas. Se comenzó con la suba de retenciones a la soja (hoy está en el 33%), dijeron que serían escalonadas y que habría reembolsos para pequeños y medianos productores, nunca se hizo ni se diagramó una forma. Luego el intento de intervención y expropiación de Vicentín, en un claro intento de quedarse con una empresa privada, que les permitiera regular el Mercado de Granos. Después vino el silencio cómplice ante la usurpación de tierras privadas por parte de la gente de Grabois, y ahora la regulación en el mercado de maíz. Todo esto genera un estado de desconfianza e imprevisibilidad que lo único que logrará es que el sector más eficiente que tiene el país produzca e invierta cada vez menos, con el perjuicio que esto trae aparejado para la recaudación del Estado y la economía argentina en general”, concluyó Bossi.