Desde hace un tiempo prolongado subsiste en Mercedes un serio problema con el abastecimiento de agua potable a los aproximados 22.000 usuarios.
Tamaño problema no ha podido ser resuelto por el actual gobierno municipal, por el contrario se ha agudizado, como una continuidad del 2004 en adelante, donde cada extensión de la red se realizó sin siquiera mediciones de presión y caudal existía al final de la red y así sucesivamente hasta agotar la posibilidad de suministro tanto a los nuevos usuarios como a los que ya lo eran.
Para ilustrar acerca de donde proviene el suministro es útil mencionar que el tanque ubicado en 119 y 104, alimentado por 28 bombas aproximadamente, es el principal alimentador de agua a la ciudad donde se efectúa también la tarea de cloración.
En días de alta temperatura se consumen mas de 40 millones de litros por día.
A ello se suman 5 bombas distribuidas (plaza Belgrano, 10 y 47, 61 y 8, 47 y 26, 1 y 40) que envían su flujo directamente a la red, con el consiguiente déficit de clorado y filtración.
Del mismo modo es bueno saber que todas las bombas extraen agua del acuífero Puelche a unos 45 a 50 metros de profundidad, este acuífero de los más extensos del continente almacena unos 40.000.000.000 de Km3 (cúbicos) que en nuestra zona dispone de un espesor de 30 metros. Su constante explotación tiene efectos indeseados tales como mayor intromisión salina, superficies deprimidas (obsérvese desde 119 y 104 hacia el sur como se desnivela y deprime el terreno), y también al sufrir depresión de achica el espesor entre el acuífero puelche y las napas freáticas superficiales que facilitan la acción de contaminantes.
Si bien el análisis bacteriológico de nuestras aguas potables está dentro de los límites aprobados por los organismos sanitarios, existe déficit en análisis físico químico dado que la medición de conductividad, que mide la composición de solidos tales como metales, cloruros y nitratos en el agua, nos revela una medición de 1770 micro siemens cuando en realidad para agua potable los organismos correspondientes indican que el valor para agua potable es de 500 a 800 micro siemens. Por encima de ello corresponde a aguas muy duras, muy mineralizadas.
Ahora bien después de estas consideraciones técnicas, algunas de difícil interpretación, corresponden propuestas para salvar la situación.
Indicaré cinco de ellas aunque a mi juicio la ultima es la de mejor calidad ambiental, es decir como gusta decir hoy es de mejor valor sustentable:
- Sumar mayor, cantidad de bombas en la zona de tanque de agua de 119 y 10, sin garantías de solución agravaría la depresión del terreno circundante.
- Agregar bombas incrustadas en la red, sumaria déficit de cloración y filtrado.
- Habilitar tanques de agua existentes en lugares de la administración publica tal como Instituto Unzué, Martin Rodriguez, Gendarmeria y privados (previo acuerdo) como ex Hilmesa, ex Dupont. Tal medida daría solución de provisión de agua a barrios cercanos a dichos tanques.
- Así como hacia la década de 1940 se construyó el tanque de 119 y 104, bien puede gestionarse otro equivalente y de ubicación opuesta.
- Hoy el agua potable se cobra no por volumen usado sino por valuación fiscal, entonces propongo que el consumo de agua tenga tarifa por volumen utilizado, partiendo de un mínimo que puede ser el equivalente a un tanque domiciliario y recargando cuando se supera ese. Esta propuesta tiene como valor el mayor cuidado que hará la población de un bien tan preciado, el consumo disminuirá y la autoridad estará obligada a detectar pérdidas algunas visibles, otra no, pero utilizando medidores de presión se pueden ir acorralando los lugares de pérdidas subterráneas.
* Juan Carlos Benítez es concejal mandato cumplido.