Vecinos del barrio Eva Duarte denuncian habituales ruidos molestos como consecuencia de fiestas que se realizan en clubes y quintas linderas, situación que se agravó en el último fin de semana largo, con mediciones por encima de los 50 decibelios (DBA) en el interior de las viviendas.
El altísimo volumen de la música, contaron los pobladores a Noticias Mercedinas, se complementa con autos a gran velocidad, circulación de personas alcoholizadas y destrozos: en la madrugada de este miércoles, jóvenes que “celebraban” el UPD rompieron todos los carteles de las calles.
Los eventos al aire libre comenzaron a hacerse frecuentes debido a las restricciones sanitarias que impuso la pandemia: los vecinos dicen que son normales en el Club de Polo “San José”, en la Casa de Campo “Esmeralda” y en la propiedad de una persona de apellido Zunino.
La primera acta del área de Inspección del Municipio en 2022 fue labrada el 23 de enero a las 3.40 horas: en el comedor de un vecino, con la puerta y las ventanas cerradas se constataron 50 DBA, considerados ruidos molestos en la Ordenanza Nº 7.204.
Los sonidos provenientes del inmueble situado en calle 119 y 54 (Zunino) fueron registrados otra vez por agentes municipales el domingo 13 de febrero a la 1.10 de la madrugada. Esta vez, en el living del desvelado habitante del barrio la música alcanzó los 58 DBA.
“En mi vida escuché la música a volumen tan alto, tuve palpitaciones”.
“Por encima de los 55 decibeles la situación es considerada peligrosa a nivel de salud pública y el sistema cardiovascular comienza a sufrir estrés”, señala una Resolución de la Defensoría del Pueblo provincial, en base a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. .
Entre la 1.44 am y las 4.05 del martes 1 de marzo, feriado de Carnaval, se midieron los ruidos provenientes del Campo de Polo en el interior de cuatro casas del barrio: el registro más bajo fue de 54 DBA y el más alto de 59.
“En mi vida escuché la música a volumen tan alto, tuve palpitaciones, le soy honesto, estuve a punto de ir a una guardia médica”, contó uno de los perjudicados a este medio y lamentó que “mi señora trabaja en un hospital, se tiene que levantar a las seis de la mañana y están a pura fiesta”.
Otra damnificada agregó que “un señor de apellido Lima, del Club de Polo, se comunicó con una vecina, le pidió disculpas por las molestias pero argumentó que necesitaban dinero para arreglar un tractor”. “Nos tenemos que fumar toda la noche la música a 60 decibeles”, reclamó.
Algunos de los vecinos afectados por esta situación y que pidieron ser mencionados en la nota son Ayelen, Antonella, Gisela, Celeste, Andrea, Félix y Andrés. Solicitan a las autoridades municipales que intervengan para dar cumplimiento a las normas vigentes en el tema.
