En el marco de un encuentro entre veteranos de guerra de Malvinas argentinos y británicos, este lunes 7 de marzo se llevó adelante un homenaje a los caídos en el patio de armas de la Escuela de Gendarmería de Mercedes. Por la tarde habrá una misa de cierre en la Basílica de Luján, desde las 20.30 horas. El rol de la paz en el mundo y anécdotas de uno y otro lado de la guerra que hace 40 años enfrentó ambos países fueron compartidas en la soleada mañana.
Estas actividades son coordinadas y organizadas por la Asociación Civil “La Fe del Centurión”, que asiste a excombatientes. El encuentro de Soldados Veteranos de Malvinas, argentinos y británicos, fue un aire fresco de paz y dejó un mensaje de esperanza en momentos en que el mundo asiste atónito a una guerra de dimensiones inimaginadas entre Rusia y Ucrania.
Luego de algunas actividades conjuntas en la Ciudad de Buenos Aires, el acto de Mercedes se iba a realizar en principio en Pilar, pero no hubo consenso y se generaron algunas controversias allí, por lo que surgió como alternativa concretarlo en Mercedes, donde gracias al embajador para la paz, por la Federación Universal de Paz, Omar González –que hizo las gestiones– y la buena predisposición de la Gendarmería todo fue posible.
Estos encuentros están inspirados en la parábola del buen samaritano. El grupo de excombatientes ingleses, algunos acompañados por sus esposas, estuvo integrado entre otros por el Coronel James Pollock, que luchó en el 2° Batallón de la Guardia Escocesa como segundo al mando de una compañía de fusileros, y lo hizo en Tumbledown. También el Teniente Coronel David Wheen, que fue un comando de los Royal Marines que combatió en San Carlos, el Monte Challenger y el Monte Harriet. Fue comandante del campo de prisioneros, donde entabló relación con sus colegas argentinos. Estuvo en Buenos Aires para el aniversario número 35 de la guerra. Además el veterano británico Geoffrey Cardoso, fundamental para la identificación de caídos argentinos en el cementerio de Darwin, fue capitán de la Guardia de Dragones Reales, del Cuartel General Británico en las islas, y responsable de asuntos de personal incluyendo dotación, disciplina y servicios de personal y se involucró en el entierro de los militares argentinos muertos durante el conflicto. El mayor Nigel Price, del 7° Regimiento de Rifleros Gurhkas, que fue estudiante de filosofía y de inglés en St. David’s University y luego se incorporó al ejército. Hoy es un exitoso autor de novelas, algunas firmadas bajo el seudónimo de Anthony Conway. Otro de los que formó parte del evento es el oficial Alan Ward, que aún sirve en la Royal Navy y era mecánico de a bordo en el buque hospital HMS Herald en 1982. También estuvo y dio testimonio Sue Warner, una enfermera que sirvió en el barco hospital SS Uganda, que trató a más de 700 heridos, incluidos argentinos. Además Peter Plunkett, del 17/21 Cuerpo de Lanceros, que combatió en el Servicio Aéreo Especial y ha hecho trabajos en Argentina como consultor de riesgos.
El encuentro contó con la presencia de los obispos castrenses de ambas naciones: Reverendo Paul Mason, Obispo Castrense Católico del Reino Unido y Monseñor Santiago Olivera, Obispo Castrense argentino, quienes brindaron palabras en honor a los caídos en el Instituto de Capacitación Cabo “Juan Adolfo Romero” de Gendarmería Nacional.
Entre otros también integraron el encuentro en calidad de invitados el Obispo Anglicano Nacional, Braian Williams y el rector de la Catedral Anglicana Reverendo Marcelo Centurión, como signo de la unidad cristiana en busca de fraternidad, diálogo y paz entre las naciones.
“Un gesto para el mundo”
En lo que es considerado “un gesto para el mundo”, este evento de fraternidad para honrar a los caídos en cumplimiento del deber de ambas naciones, que tuvo sede en Gendarmería, fue enmarcado por el comandante Mayor Fabio Alejandro Gordon, quien destacó su orgullo por la realización, que concluiría con veteranos ingleses honrando la memoria de Guillermo Nasif, quien fuera parte del escuadrón Alacrán y perdiera su vida el 30 de mayo d e1982 en el bautismo de fuego de la GN en Malvinas. “Gloria y honor a los ex combatientes de ambas naciones”, dijo y dio la bienvenida a todos.
En la plaza de armas una gran formación de Gendarmes y una escuadra de banderas, acompañó a la banda de música “Tambor de Tacuarí” del Regimiento de Infantería 1 Patricios que ejecutó los himnos de ambas naciones: Argentina e Inglaterra. El primero interpretado por el trío lirico pop “Héroe”, mientras que el canto de “God Save the Queen” estuvo a cargo del reverendo Marcelo Centurión.
El obispo castrense católico del Reino Unido, Paul Mason, se refirió a la importancia del acto de fraternidad: “Cada uno de nosotros esta escribiendo un peda de historia. Una buena parte de la historia. Recordar a aquellos que cayeron en la guerra es algo que todos debemos hacer. Detrás de cada nombre, de cada tumba, hay una persona., también hay una familia, y hay por supuesto una tragedia. Esto es algo que todos compartimos, el sufrimiento de los caídos en batalla. Pero no es lo único que compartimos, compartimos también esperanza y fe en la vida eterna. Ahora recordemos a todos aquellos que murieron, habría en este momento gente para quien esto seria doloroso, pero Dios ayúdanos a caminar juntos en el futuro. Que en paz descansen en la presencia de Dios y que la luz eterna brille sobre ellos, que descansen en paz, Amen”.
Luego el trío “Héroe” ejecutó Aleluya. El grupo en abril de 2019 viajó a Islas Malvinas a rodar un tríptico compuesto por las canciones “Aleluya”, “Desarma y sangra” y “Unidos por la paz”, canción de propia autoría portadora de un mensaje. En el acto hizo uno de esos temas (el “Aleluya” de Leonard Cohen en castellano y con otra poesía) junto a la banda del Regimiento de Infantería 1 Patricios.
Tras ello, la banda de Patricios ejecutó una macha militar y fueron compartidos testimonios de veteranos de guerra de Malvinas de Reino Unido y de Argentina, con palabras y situaciones similares vividas y narradas con emoción en el recuerdo de los caídos.
Testimonios de humanidad
Entre ellas se destacó la de Sue Warner, una enfermera que sirvió en el barco hospital SS Uganda, que recordó a las personas asistidas en ese buque de guerra que tuvo un encuentro singular con sus pares de Argentina, cuando en 1982 necesitaban sangre para sus asistidos y esta fue obtenida gracias al contacto con el buque argentino, lo que propició la devolución de heridos de la Argentina. “Nos devolvieron casi cerca de medio centenar de heridos”, confirmaría luego en su testimonio un enfermero argentino movilizado en 1982 por la Marina. “Ellos tenían heridos ingleses, necesitaban sangre y nosotros en el Buque Bahía Paraíso la teníamos. Hicimos un gesto y le dimos los elementos de sangre para transfusiones para los heridos ingleses. Ese gesto humanitario y muchos más nos traen una gran reflexión: nos transformamos de pronto de practicantes humanitarios de nuestros soldados sobrevivientes. Terminó la guerra pero seguimos asistiendo a los sobrevivientes, al regresar al continente seguimos con esa actividad”, explicó Anastacio Vilca Condorí, enfermero en el buque hospital Bahía Paraíso.
Para el cierre y luego de los testimonios quedarían plegarias y fotos conjuntas, además de un sentido homenaje final a Guillermo Nasif en su cenotafio del patio de armas de GN Mercedes.