Desde hace algunos años, las ventas virtuales con envío o retiro en tienda se hacen espacio en el área comercial local, nacional e internacional. Con la crisis sanitaria que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, este sistema superó con creces a los comercios físicos.
Sin embargo, es cierto que para muchos proyectos tener un sistema de ventas en línea se mantiene en el ámbito de los deseos. Por lo general, esto se relaciona con la necesidad de tener claridad sobre los riesgos, costos, metodologías y elementos a considerar para lograrlo.
A modo de inspiración para todos aquellos emprendedores que se preguntan cómo hacer la transformación digital, repasamos los elementos a tener en cuenta para abrir una tienda online.
Sistema contable
Teniendo en cuenta que, al trabajar con ventas en línea, nuestro comercio está sujeto a las gestiones automáticas, tener un sistema contable es fundamental. Estas herramientas posibilitan la integración con tiendas online, emisión de facturas electrónicas y control de stock, entre otras ventajas.
Diseño web
Nos guste o no, invertir en un buen diseño web es fundamental para ofrecer a nuestros clientes potenciales una experiencia positiva. Entre los objetivos del diseño, debemos contar una interfaz intuitiva, claridad en la información y formas de comunicación con quienes visitan la tienda.
Identidad de marca
Frente a la gran oferta de negocios en línea y productos de toda índole, destacar las particularidades de nuestro proyecto es fundamental. Por eso, es importante, previo a la apertura de la tienda, enfocarnos en construir una identidad de marca que invite a formar comunidad.
Métodos de envío
Otro aspecto que debemos resolver antes de abrir una tienda en línea es definir los métodos de entrega y envío. Para lograrlo, debemos investigar cuáles son las opciones más convenientes en cuanto a costos, demora y calidad de servicio.
Público objetivo
Conocer a la comunidad destinataria es clave a la hora de diseñar nuestra tienda y una estrategia de promoción. En ese sentido, es necesario establecer cuál es el público objetivo de nuestra marca y apuntar los contenidos a dicho grupo, apelando a una identificación con nuestro perfil.
Fotografía
La principal diferencia entre una tienda física y una virtual es que la segunda no da la oportunidad de tocar y probar los artículos. Por eso, hacer fotografías de calidad que permitan contemplar en detalle nuestros productos es fundamental para ganar la confianza del público.
Comunicación y contenidos
Frente a la gran invasión mediática, es preciso poner un freno a los objetivos exclusivamente comerciales. Para crear una comunidad fiel en torno a nuestro perfil de marca, es fundamental combinar las ventas con una comunicación efectiva y contenidos de valor pensados para nuestros clientes.
Experiencia del cliente
Entendiendo que hay cierto nivel de despersonalización en una tienda virtual, velar por una experiencia positiva es fundamental. En ello juegan tanto la forma de comunicación con los clientes como los tiempos de respuesta y calidad de envío, entre otras variables.