Los bosques nativos proveen servicios a la sociedad como son la regulación hídrica, la formación y conservación de suelos, la conservación de la biodiversidad, la fijación de carbono, la provisión de alimentos, agua, fuentes de energía, materiales de construcción o medicinas, la preservación y la defensa de la identidad cultural, entre otros.
La característica comunitaria de los ecosistemas forestales provoca conflictos cuando un individuo o empresa, avalada o no por las autorizaciones donde se trata de apropiarse de un bien o servicio que brinda o produce el bosque. Desde el punto de vista económico, muchas veces, el uso de un bien que produce el bosque, especialmente cuando no se aprovecha bajo normas de sostenibilidad, va en detrimento de los servicios que el ecosistema forestal brinda.
El ingreso que una hectárea de soja le puede rendir a un productor, puede privar a una parte de la sociedad de mantener un reservorio de carbono o de la capacidad del bosque de ser regulador de agua en situaciones de extremas sequías o inundaciones.
La deforestación es uno de los grandes problemas ambientales a los que se enfrenta el planeta en la actualidad y, por ello, es urgente tomar medidas que contribuyan a reducir el daño que ocasiona. Entre las principales consecuencias de la deforestación se encuentran:
- Inestabilidad económica y ambiental: los espacios naturales, como los bosques y las selvas, son fuentes directas de materias primas, combustible y componentes de medicamentos, por lo que, a largo plazo, la falta de estos recursos también puede conducir a una inestabilidad económica y ambiental.
- La alteración del ciclo del agua: los bosques hacen que los suelos sean más ricos en materia orgánica y más resistentes a procesos como la erosión. Sin embargo, la tala de estas masas forestales afecta al ciclo del agua, el cual se desplaza a otras zonas con vegetación, y esto hace que los suelos se degraden y pierdan esa cobertura.
- La pérdida de la biodiversidad: la desaparición de grandes áreas forestales atenta de forma directa contra la vida de los seres vivos y de sus ecosistemas. En el planeta hay más de 7,7 millones de especies y más del 20% está en peligro de extinción.
- El calentamiento global: es una de las principales consecuencias de la deforestación, dado que, sin árboles, el CO2 permanece en la atmósfera y se produce el conocido efecto invernadero.
Las zonas deforestadas en la Argentina se incrementaron sustancialmente en los últimos 21 años y la desaparición de gran parte del área boscosa, sin intención de nuevas plantaciones, engrosa la lista de factores que profundizan la crisis climática: desde 2001 hasta 2022, el 80% de la masa forestal local eliminada estuvo directamente vinculada con los sectores que responden a la deforestación, como desmontes ilegales o prácticas de transformación excesivas por parte de productores ganaderos en sistemas silvopastoriles, además de los incendios Durante ese período, el país perdió 438 mil hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa el 7% de la pérdida total de cobertura arbórea y una disminución de esa flora nativa del 9,9%.
¿Sabes que a quien destruye bosques nativos sólo le basta pagar una multa para poder seguir haciéndolo? Hoy en día estas multas no son suficientes para desalentar la deforestación y, salvo unas pocas excepciones, los bosques desmontados no se reforestan.
Muchas de las personas que desmontan toman a esa sanción como un simple costo de producción y así, sin ningún problema, violan la ley nacional que protege nuestros bosques.
Para luchar contra la deforestación, se debe poner en marcha proyectos que sean respetuosos con el ambiente y que contribuyan a la reducción de este impacto negativo mediante medidas como las prácticas agrícolas o el implemento del carbono forestal.
Cristián Frers es Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).