Si bien muchas veces se dice que nadie es profeta en su tierra esto no siempre es así. Y como muestra está el caso de la heladería Aloísio, que desde hace casi 80 años está trabajando con un toque familiar en la elaboración de helados.
¿Quién no pasó a saborear un helado por su local y se quedó mirando la pecera? ¿O no tomó agua fría, necesitado y con la boca dulce, en su antiguo dispenser de aluminio? ¿Quién no hizo cola por un cucurucho en ese local?
Es que Aloísio en Mercedes es sinónimo de helado artesanal de altísima calidad, para los mercedinos y también para quienes visitan la ciudad. Y en esta oportunidad el diario La Nación le dedicó una amplia y merecida crónica en su suplemento de viajes, contando la historia desde que Vicente Aloísio llegó de Italia para producir helados artesanales en Mercedes y la trayectoria familiar que se propaga hasta sus nietos hoy en día.
En una nota llamada «Aloisio, la heladería más tradicional de Mercedes con el mejor gusto de limón» la periodista Guadalupe Faraj repasa en un relato escrito y en imágenes la historia del reducto comercial de calle 27, entre 22 y 20, que hoy se ubica en su local de siempre junto al café Bonafide, donde supo estar años atrás la mítica Librería Estévez, lugar al que muchos íbamos a comprar excelentes libros de primera en liquidación mientras otros jugaban a la lotería.
Lo cierto es que Leandro Aloisio y Jorge Aloisio cuentan en La Nación los orígenes de la tradición familiar remontándose a sus ancestros que llegaron de Italia, como muchos asimilaron el espíritu de emprendedores y siguen hoy día con la heladería.
Felices, los Aloisio de 2023 con este reconocimiento, lo compartieron en las redes sociales de la Heladería.