Estamos viviendo una de las peores etapas de nuestra historia democrática. La inseguridad, la inequidad en salud y fundamentalmente en la economía.
La clase obrera, el comerciante, el que la pelea día a día hace miles de malabares para poder subsistir. No encuentra la manera ya que todos los días recibe un nuevo cachetazo al bolsillo y su salario se devalúa de manera vertiginosa.
Al mismo tiempo, la masa obrera, no encuentra en sus dirigentes una respuesta o lucha por sus necesidades.
Haciendo un poco de memoria la CGT hizo al gobierno de Alfonsín 13 paros generales, al de Menem 8, a De La Rúa 8, Duhalde 2, Néstor Kirchner 1, Cristina Fernández 5 y Macri 4. Al Gobierno de Alberto Fernández ya casi finalizando su mandato ni uno sólo.
¿Cuál es el motivo? ¿Estamos bien? ¿O sólo actúan de acuerdo a su conveniencia?
Es lamentable que después de 40 años de democracia sigamos teniendo a sindicatos poderosos que sólo atienden el juego de sus dirigentes y no de sus representados.
Recuerdo el uso de bancas participativas en el Concejo Deliberante de Mercedes a través de la Mesa Sindical para efectuar reclamos, muchos de ellos que compartía y hasta acompañé con mi voto.
Hoy no los veo ni escucho.
Es la triste realidad que le toca vivir al pueblo trabajador argentino.
Oscar Albini es concejal mandato cumplido de la UCR en el Frente Juntos