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Con globos y torta de cumple, vecinos recordaron 20 años de un caño roto

En el Día Internacional de la Madre Tierra, los vecinos del Barrio San Jorge, convocados por la Sociedad de Fomento barrial, se reunieron para reflexionar sobre la necesidad de dar solución a problemáticas que atentan contra la vida del planeta y contra la calidad de vida de la población.

El acto se realizó en la intersección de calles 108 y 127, donde desde hace más de veinte años se registra una importante pérdida de agua potable, dado que las cañerías que la conducen se encuentran en un estado deplorable.

Los vecinos vienen reclamando con insistencia ante las autoridades municipales, ya sea a través de gestiones individuales que datan de más de 12 años o por medio de presentaciones colectivas

La agrupación de vecinos que comenzó a conformarse en 2020 presentó esta problemática ante el Ejecutivo Municipal, con fecha 29/01/21, en un petitorio que resultó registrado bajo el número de expediente 482/21.

El mismo año, el 10 de octubre, la Sociedad de Fomento recién constituida hizo uso de la Banca Participativa para exponer ante el Concejo Deliberante la gravedad de la situación.

Ocho días después, la comisión directiva de la Sociedad de Fomento recibió la comunicación verbal de que “en el mes de abril siguiente” se abriría la licitación para la obra. Muchísimas veces este mismo grupo de vecinos planteó por los medios periodísticos de la ciudad la necesidad de respuesta efectiva. A la fecha, todo sigue igual, señalan.

“¿Habrá alguien con conciencia ambiental en la conducción municipal como para tomar cartas en el asunto y de una vez por todas dar fin a un problema de tan larga data?”

“Los caños han ido “estallando” en distintos puntos de su recorrido y han sido “emparchados”, pero nunca cambiados ni encamisada la cañería en forma total. Todos saben que el estado de la cañería no soporta reparaciones parciales ni esporádicas: deja de brotar agua como si fuera un géiser en el lugar momentáneamente reparado pero sale por otro”, destacaron y plantearon que las bombas que extraen el agua de los pozos que abastecen a toda la ciudad no funcionan si no las mueve la energía eléctrica, lo que significa que se está derrochando también energía eléctrica desde hace al menos 20 años.

Ante un derrotero de gestiones, reclamos y denuncias públicas tan prolongado sin acciones elocuentes que den solución efectiva al problema, los miembros de la Sociedad de Fomento decidieron convocar a vecinos, amigos y autoridades ante el sitio puntual donde hoy día se hace visible la pérdida continua de agua, para recordar los al menos 20 años de desperdicio de agua potable.

Y lo hicieron de una manera llamativa: con una torta, una vela negra, una bengala negra y unos globos negros, como si se festejara un cumpleaños. Pero como no hay nada para festejar realmente, lo que se hizo fue compartir reflexiones sobre el abandono, sobre el daño que se produce en el planeta y en la localidad concretamente, y –en lugar de cantar la clásica canción cumpleañera– hicieron un minuto de silencio. Todo un símbolo.

“¿Habrá alguien con conciencia ambiental en la conducción municipal como para tomar cartas en el asunto y de una vez por todas dar fin a un problema de tan larga data?”, se preguntaron los vecinos.

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