es un músico que no deja de sorprender. Fiel a su estilo publicó un nuevo disco que puede oírse y conseguirse en varias plataformas como Tidal, Spotify ó Badcamp, en el que da rienda suelta a su creatividad con temas instrumentales grabados íntegramente con un sintetizador muy particular: el sistema Antonus 2600, basado en el sintetizador semi-modular ARP2600, creado en 1971.
El mismo músico cuenta, en un relato sin desperdicios, la génesis de su última creación, llamada «The Antonus experience», y explica un poco el ambiente musical en el que creció y se formó.
Nací en 1976, rodeado de un paisaje sonoro donde la música electrónica y la disco se fusionaron y crearon la banda sonora de documentales, películas de bajo presupuesto y definieron la cultura pop y ciberpunk de la época. En las radios sonaban Kraftwerk, Moroder y Jarre en cortinas de televisión. Tangerine Dream era el sonido de lo que se creía que sería el futuro y el rock sinfónico sonaba en las radios con extensos solos de sintetizadores y canciones de 20 minutos, sumado a hits de Stevie Wonder o Herbie Hancock.
Un denominador común de toda esa música era la presencia de un instrumento diseñado por Alan R. Perlman en 1971, el ARP2600 Un sintetizador semi-modular, que trasladaba el concepto modular de Moog y Buchla y de laboratorio electroacústico completo a un formato portable, con un panel que dibujaba el flujo de señales por las conexiones pre normalizadas, que a su vez podían modificarse conectando cables en los puntos de entradas y salida de cada módulo, lo que lo volvía muy intuitivo y musical..
A principios de los 80’s algunos músicos de rock sinfónico vendieron sus ARPs para darle paso a teclados más compactos y modernos, uno de ellos fue Elton John, que volviendo de una gira vendió el que fue adquirido por Daniel Miller (A.K:A. The Normal) dueño de Mute Records, productor del éxito de los Silicon Teens, (un grupo ficticio inventado por Miller), Fad Gadget y luego Depeche Mode, Yazoo, y otros éxitos de Vince Clarke hasta Erasure.
Yo era un niño de los 80´s, estaba sentado en el living de mi casa viendo la serie Cosmos de Carl Sagan, películas de ciencia ficción (en “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” de Steven Spielberg, el instrumento que usan para hacer contacto con los aliens es un ARP2500) y escuchando SynthPop en la radio. El denominador común seguía siendo el sonido del ARP 2600 y las características secuencias del ARP Sequencer.
Hasta ahí ese instrumento era un verdadero misterio para mí, era algo que leía en los créditos de los discos, y veía en fotos de revistas y en mi inocencia me preguntaba ¿cómo es que hacen música con ese aparato extraño con cables?
La primera vez que vi un ARP2600 (apagado e intocable) fue en el Laboratorio del Centro Cultural Recoleta, durante una excursión con el colegio,y tuve que esperar hasta mediados de los 90´s para poder hacer contacto del tercer tipo.
Fue en un estudio en la ciudad de La Plata, yo estaba produciendo un disco de Hardcore Punk y para mi sorpresa en el estudio había un ARP 2600 arrumbado. Le pregunté por eso al técnico del estudio y me comentó que lo habían llevado para una grabación, pero que no pudo ser usado porque no tenían el teclado, me miró extrañado y me dijo, “no vas a poder hacer nada con eso”. El único dato que pudo darme de su procedencia fue que había pertenecido a Rick Anna, quien por aquel entonces fuera mi profesor de Armonía y Psicoacústica.
Eso no iba a quedar así, lo encendí y estuve un buen rato jugando con los osciladores pasando por el ring modulator, el filtro y la hermosa reverb de resortes, y automáticamente confirmé que esos sonidos corrían por mis venas y eran parte de mi ADN sonoro. Después se me ocurrió pedirle al técnico un envío del canal del tambor de la batería para pasarlo por el seguidor de envolvente y usar eso para disparar un ruido filtrado que grabé en otra pista, un efecto que quedó muy sutil en la mezcla, pero se convirtió en mi primera grabación con un ARP.
Después de ese evento, que los punks nunca entendieron, no volví a ver uno por muchos años, y busqué su sonido en la virtualidad, utilizando software como el NI Reaktor para crear configuraciones similares, y buscando samples hasta que aparecieron las primeras emulaciones del mítico sintetizador.
A mediados de los 2000 volví a poner mis manos en un ARP2600 gracias a mi amigo y gurú. Ernesto Romeo quien además, me iluminó con su conocimiento y me ayudó a ordenar muchas ideas que tenía sobre las posibilidades del instrumento.
Para aquel entonces era impensable comprar un instrumento así, porque la escasez de unidades en buen estado y su condición de objeto de culto codiciado por muchos músicos había elevado su valor a cifras desorbitantes, pero Ernesto inteligentemente había comprado uno o dos ARPs y varios sintetizadores clásicos en un momento en el que los músicos los consideraban obsoletos y los descartaban para pasarse a instrumentos digitales que prometían mayor estabilidad e inmediatez en su sonido.
Una luz de esperanza surgió cuando aparecieron los primeros “replicantes”, una serie de clones del original que copiaban los circuitos y la configuración de sus módulos, con mayor o menor precisión, pero seguían siendo equipos caros y difíciles de conseguir,
hasta que por allá por el 2013 apareció un kit para construir tu propio 2600, el TTHS (Siglas de Two Thousand Six Hundred) lo que permitía, si poseías alguna habilidad con la electrónica, montar tu propio sintetizador.
Por aquellos años el músico y técnico catalán Toni Gutiérrez, se encontraba radicado en Argentina y recibió varios encargos para construir kits TTHS, que luego pudo comparar con una unidad original provista por Ernesto Romeo, para comprobar las enormes diferencias en diseño y respuesta de los componentes. Esto motivó a Toni a desarrollar todo un proyecto de intentar emular lo mas fielmente posible el sonido ARP, rediseñando las placas de los circuitos, cambiando componentes y teniendo una permanente devolución de los músicos que lo iban probando. De este desarrollo surge el ANTONUS 2600, luego de un tiempo también produjo su propio clon de ARP Sequencer que luego fue ampliado en características sumando un VCO un generador de envolvente dos VCAs y un clock divider para darle forma al secuenciador ANTONUS STEP BROTHER.
Recién en 2016 pude poner mis manos en un Sistema Antonus, durante una serie de talleres y conciertos en los que participé, junto a Toni y Ernesto en Córdoba Argentina. Inmediatamente sentí la misma conexión que había experimentado con el instrumento original, y pude confirmar que esa podría ser la mejor manera de acercarme al concepto del 2600. Mi condición de docente y músico independiente aun no me permitió acceder a mi propio sistema Antonus 2600, pero estaba latente mi interés el de hacer una exploración completa del sintetizador, pudiendo dedicarle un tiempo a la búsqueda sonora. Esto se pudo concretar gracias a la generosidad de Ernesto Romeo que me prestó el sistema que utilizan en el estudio laboratorio La Siesta del Fauno, y pude tenerlo cerca de un mes en mi estudio.
El resultado de esa exploración es el disco “The Antonus Experience” una serie de improvisaciones y algunas producciones más elaboradas donde intento plasmar toda la influencia que relato en estas líneas. La idea de hacer un disco completo utilizando ese único instrumento como fuente sonora, y como uno de los procesadores en el mezcla, es una reafirmación de su concepto de “Estudio/Laboratorio portable” y de mi relación con el instrumento, por eso lo llamo “Experiencia” y no “Experimento” no creo que el disco tenga un carácter experimental, eso sería más bien pretencioso, sino que tiene un carácter absolutamente vivencial.
Espero seguir trabajando para lograr tener mi sistema Antonus2600 y seguir produciendo música con él. Escuchar el disco, compartirlo, hablar de él, comprarlo en Bandcamp, invitarme a tocar o charlar sobre sintetizadores, son todas formas de ayudarme a lograr ese objetivo.