En una destacada jornada de trabajo, Mariana San Martin, responsable de Participación Ciudadana, resaltó su recorrido junto a miembros de la Dirección de Producción por un emprendimiento local. En esta ocasión, visitaron el establecimiento de Armando Correa Vega, un «pequeño productor» hortícola que se ha consolidado como referente en la producción agroecológica.
Gracias a la gestión municipal, en colaboración con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, los pequeños productores han obtenido acceso a tecnologías de suma importancia, especialmente el «servicio de cama de siembra». Este avance ha permitido optimizar los procesos de producción, mejorando la calidad de los cultivos y favoreciendo el cuidado del medio ambiente.
A su vez, los beneficiarios de este apoyo, como es el caso de Armando, han asumido el compromiso de contribuir a la comunidad mediante la asignación de una parte de su producción a comedores y espacios destinados a la infancia en el ámbito municipal. Esta iniciativa solidaria busca garantizar el acceso a alimentos saludables y promover la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables de la sociedad.
La importancia de esta iniciativa radica en la capacidad de brindar respuestas concretas a las necesidades existentes en el territorio. En muchos casos, los productores locales carecen de recursos suficientes para acceder a tierras y, aún más, a las tecnologías necesarias para trabajarlas de manera eficiente.
Este impulso municipal, en conjunto con la colaboración de organismos como el INTA, SENASA y la Mesa Agroecológica, demuestra la relevancia de la articulación entre diferentes actores para lograr un desarrollo sostenible y equitativo.
El éxito de esta acción y tantas otras similares es motivo de felicitación para todas las personas involucradas en el proyecto. Desde los responsables gubernamentales hasta los productores comprometidos, pasando por los organismos de apoyo y la comunidad en general, cada uno ha contribuido a la consolidación de un modelo de producción que beneficia tanto al medio ambiente como a la sociedad.
Este emprendimiento agroecológico local se presenta como un ejemplo inspirador de cómo la colaboración y el enfoque sostenible pueden generar impactos positivos en la comunidad, fortaleciendo la economía local y promoviendo un sistema alimentario más justo y saludable para todos.
