En el predio de 22 bis y ruta 41, que ha sido escenario de conflictos con los vecinos de la zona debido a incendios recurrentes de material residual, se desencadenó una nueva controversia con los residentes más cercanos. En este caso, se supo que el municipio ha asumido el control del terreno con el objetivo de llevar a cabo un proceso de «saneamiento», según lo afirmado por las autoridades locales.
Gabriela Martínez, una vecina directamente afectada por la situación, expresó su preocupación acerca de los incendios recientes: «El problema es que están arrojando basura en el terreno. Luego, la cubren con tierra durante la semana, pero si vas durante el fin de semana, te encontrarás con montañas de desechos. La gente también trae basura. Y bajo esa tierra que el municipio arroja, hay plásticos y neumáticos, ya que continuamente llegan camiones con desechos de neumáticos. Cuando se produce un incendio, no se apaga fácilmente; incluso los bomberos han tenido dificultades». Este tipo de incendios generan un denso humo tóxico que afecta –por la deriva del viento– a varios barrios, entre ellos Los Álamos y el del Club Estudiantes, los que a unas cuadras del foco ígneo sufren sus consecuencias. Esta situación ya ha sido denunciada con anterioridad varias veces.
Martínez también mencionó que merodean el sitio diferentes tipos de personas, incluyendo recolectores de basura, aquellos que construyen refugios improvisados («ranchadas»), y personas «que buscan espacios como este para drogarse», lo que contribuye a la complejidad de la situación en el lugar.
Una vecina mencionó que merodean el sitio diferentes tipos de personas, incluyendo recolectores de basura, aquellos que construyen refugios improvisados («ranchadas»), y personas «que buscan espacios como este para drogarse»
Por su parte y consultado por este medio, el subsecretario de Servicios Públicos, Luis Ponce, confirmó la intervención del municipio: «Hoy la Municipalidad ha tomado posesión del predio a través del juez de faltas Matías Maresca. Esto se debió a años de intimaciones al propietario, quien no reside en la ciudad y dejó el terreno abandonado. La Municipalidad tomó posesión debido a múltiples denuncias y llamados, incluyendo la intervención de los bomberos tras la formación de un basural a cielo abierto. Actualmente, se está llevando a cabo un proceso de saneamiento que implica la eliminación de residuos de poda, escombros y tierra de obras. Se han establecido garitas para controlar el proceso.»
Ponce también aclaró que la toma de posesión del lugar fue respaldada por el Concejo Deliberante «por unanimidad» y que la familia Martínez –que objeta la situación con publicaciones en redes– «no ha presentado documentación» que respalde su reclamo sobre el terreno.