En una carta pastoral emitida el viernes 23 de febrero, el arzobispo metropolitano de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, ha llamado a la comunidad a adoptar una postura de compasión y cercanía hacia aquellos que sufren, sin prejuicios ni juicios condenatorios.
Dirigiéndose especialmente «a las personas que, por su sensibilidad, se sienten especialmente llamadas a la caridad», así como a aquellos que siguen el camino del Señor Jesús, Scheinig ha exhortado a estar atentos a las necesidades de los más débiles, sufrientes y pobres. Invocando el capítulo 25 del Evangelio según San Mateo, el prelado enfatizó la importancia de abrir el corazón para revelar el amor hacia quienes enfrentan dificultades.
Monseñor Scheinig llamó a sembrar las redes del amor concreto y solidario, instando a todos a ser mensajeros de la paz y la compasión en un mundo que tanto lo necesita.
El arzobispo, conocido por su compromiso con la justicia social, lamentó el surgimiento de una convivencia social marcada por actitudes y palabras humillantes hacia los menos favorecidos. En un llamado a la acción, Scheinig instó a liberarse de pensamientos y expresiones denigrantes, recordando que cada individuo merece respeto y compasión.
Advirtiendo sobre la peligrosa indiferencia que puede conducir a la violencia, el arzobispo hizo un llamado a la comunidad a esforzarse por ser más comprensivos y solidarios, especialmente hacia aquellos que sufren. En el espíritu de la Cuaresma, Scheinig animó a reconocer a Jesús en cada persona necesitada, destacando la importancia de la conversión al amor concreto.
Asimismo, el arzobispo expresó su gratitud hacia todas las personas que colaboran con Cáritas, describiéndolas como los «Buenos Samaritanos de estos tiempos». A los jóvenes, Scheinig los instó a ser constructores de un amor solidario y concreto, recordándoles que son el presente de la sociedad y que su contribución es vital para crear un mundo más justo y fraterno.